sábado, 24 de febrero de 2018

El Parlamento griego inicia la investigación de los políticos acusados de recibir sobornos

ATENAS.- El Parlamento griego investigará a diez de los políticos más destacados del país después de que hayan sido acusados de  aceptar sobornos de la farmacéutica suiza Novartis a cambio de apoyar una campaña de vacunación que causó graves pérdidas económicas al sistema público de salud griego.

Tras un intenso debate parlamentario de 20 horas, los parlamentarios votaron el jueves a favor de crear una comisión parlamentaria cuya única tarea consistirá en investigar a dos ex primeros ministros (Andonis Samaras y Panagiotis Pikrammenos) y ocho exministros.
Entre los políticos que acusados de recibir sobornos y dar un trato preferente a Novartis destacan el gobernador del Banco de Grecia, Yannis Stournaras, el actual comisario europeo de Migraciones, Dimitris Avramopoulos, y el ex primer ministro, Andonis Samaras.
"No vamos a encubrir" [los posibles sobornos], ha indicado Alexis Tsipras, sucesor de Samaras, al Parlamento: "El pueblo griego debe saber quién utilizó el dolor y la enfermedad ajenos para enriquecerse".
Fuentes del Gobierno de izquierdas de Tsipras han señalado que se trata del peor escándalo por sobornos desde que se fundó el Estado griego moderno hace casi doscientos años. Con el escándalo, ha vuelto el fantasma de la inestabilidad política en un momento en el que la mayoría tenía la esperanza de que el país ya estaba recuperando la normalidad tras muchos años de caos.
Los diez políticos implicados negaron rotundamente estas acusaciones de soborno durante el debate parlamentario y muchos de ellos pronunciaron ante la cámara discursos emotivos y en tono indignado.
Stournaras, exministro de Hacienda, afirmó que estas acusaciones no son más que "mentiras asquerosas".
Panagiotis Pikrammenos, que durante el momento más álgido de la crisis lideró un Gobierno provisional durante un mes, intentó reprimir las lágrimas cuando afirmó que las acusaciones son "mentiras y calumnias inaceptables".
Se espera que la comisión parlamentaria, integrada por 21 diputados de varios partidos políticos, se constituya de forma inminente. Será competente para determinar si las acusaciones de soborno, incumplimiento del deber y lavado de dinero son ciertas para cada uno de los acusados. 
Estas acciones tienen unas condiciones de prescripción muy estrictas. Conforme a la ley griega, el Parlamento debe investigar a los políticos cuando se les acusa de haber cometido alguna irregularidad para que se pueda iniciar la vía judicial.
Pocos dudan de que se cometieran irregularidades. Un informe confidencial elaborado por fiscales anticorrupción con la ayuda de las autoridades estadounidenses estima que entre 2006 y 2015 Novartis pagó sobornos por valor de hasta 50 millones de euros a políticos griegos para promover sus productos. Asimismo, más de 4.500 médicos están acusados de mala praxis.
Según las alegaciones, la farmacéutica no solo pagó sobornos sino también vacaciones y regaló electrodomésticos a los médicos que recomendaban sus medicamentos a los pacientes. Casi todas las denuncias proceden de testigos anónimos, que se encuentran bajo protección gubernamental y que fueron citados en el informe.
Con pérdidas de alrededor de 4.000 millones de euros para el sistema de salud publico griego, este escándalo habría desempeñado un importante papel en la crisis económica del país.
Tsipras afirma que se trata de un ejemplo típico del viejo sistema político corrupto anterior al que los griegos deben dar la espalda. Sin embargo, las irregularidades en la investigación y la sospecha de que el Gobierno ha interferido en ella para beneficiarse políticamente han provocado acusaciones de caza de brujas.
Samaras ha denunciado que estas acusaciones son una "conspiración ridícula" diseñada por Tsipras para contrarrestar su baja popularidad en vísperas de las elecciones generales del año próximo. Derrotado en las elecciones de 2015 por el líder de Syriza, Samaras ha anunciado que emprenderá acciones legales.
"Pocos casos han conseguido dividir nuestra vida política como lo ha hecho este", indica el analista político Pantelis Kapsis. "Ha deteriorado las relaciones entre políticos. Mi principal temor es que genere inestabilidad política en un momento muy delicado para Grecia, solo unos meses antes de que termine el programa de rescate y de su regreso a los mercados".

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