ANDORRA LA VIEJA.- La suerte está echada. Y la bola que decidirá la fortuna
da vueltas en una ruleta de sólo trece agujeros. Un orificio por cada
una de las propuestas presentadas para hacerse con la licencia de construcción de un casino en Andorra.
Es una partida a punto de poner las cartas boca arriba y que se espera
no acabe en un farol, como ha ocurrido con otras apuestas similares
planteadas fuera de las fronteras del Principat, según adelanta La Vanguardia.
En la memoria de muchos aún sigue vivo el recuerdo de
experiencias fallidas en España –cuando se habla de la industria de los
juegos de azar– como el espejismo de una macrociudad de Casinos en los
Monegros, la ilusión truncada por un Eurovegas imposible, la marcha
atrás de la Comunidad de Madrid tentada con otro proyecto faraónico de
las apuestas o la espantada de inversores del Barcelona Word (en Salou y
Vila-seca) poco después de anunciarse el proyecto a bombo y platillo.
Andorra parece tener bien aprendida la lección y muchos
dan por hecho que se ha asegurado la mano ganadora que permitirá
levantar en ese país uno de esos macrocasinos por los que un día
suspiraron esos territorios de España. Lo difícil, para no repetir
errores pasados, será descartar entre los candidatos a los jugadores, si
es que hay alguno, que vayan de farol.
El dinero depositado en la mesa de esa ruleta que elegirá
al ganador entre las trece apuestas que han entrado en el juego
andorrano tiene diferentes orígenes. En esta partida están sentadas
empresas punteras en el negocio del juego de Francia, Rusia, Austria,
España y Asia. Pero en esa misma mesa también hay mucho capital
andorrano.
Los candidatos (algunas de esas empresas que optan a
construir el casino de Andorra participaron en proyectos fallidos en
España) plantean inversiones que van de los 10 a los 140 millones de
euros. El lugar para ubicar ese negocio ha sido elegido por los propios
candidatos. Andorra la Vella y Escaldes-Engordany son los escenarios
propuestos.
El Govern de Andorra guarda total hermetismo sobre los
detalles de las diferentes propuestas al tratarse de un concurso
público. Las presentaciones pormenorizadas de los diferentes proyectos
por parte de sus impulsores ante el Consell Regulador Andorrà del Joc
(CRAJ) ya se han hecho.
Así que para los candidatos que optan a esa obra
ha llegado la hora de la verdad (en dos meses se prevé anunciar el
ganador) y en el país la apuesta por un gran casino que se espera que
ayude a aumentar el número de visitantes ha despertado el interés de
empresarios locales, bancos y profesionales de muy variados sectores
dispuestos a invertir en esa obra. Una implicación –la local– que no es
posible, sin embargo, en al menos dos de las candidaturas que optan a
ese concurso con el cien por cien del capital extranjero. Andorra ha
tenido que aprobar una ley (lo hizo en el 2015) para acoger casinos en
su territorio.
En este país el juego, a excepción del bingo, siempre ha
estado prohibido. La nueva ley abre la puerta a todas las apuestas de
azar. Y el primer sector en atravesar ese umbral (en el futuro lo harán
las loterías y el juego online) ha sido el de los casinos. Aunque la
norma es muy restrictiva al limitar la autorización para casinos a un
único negocio, con una licencia para operar que tiene fecha de
caducidad: de diez a veinte años.
Xavier Bardina, director del CRAJ, recalca que Andorra se
plantea la construcción de un casino como “un complemento más a la
oferta lúdica del país y el modelo tendrá que encajar con esta filosofía
y ser sostenible. No queremos pecar de ilusos”. Xavier Bardina confiesa
estar sorprendido por la cantidad y calidad de las ofertas recibidas
(son nueve grupos empresariales con trece modelos y ubicaciones
diferentes) y reconoce que “no va a ser fácil elegir al ganador”.
El
director del CRAJ no disimula, asimismo, su satisfacción “por la
respuesta que la iniciativa ha tenido entre los empresarios locales, que
se han preocupado de buscar a esas empresas expertas en el negocio de
los juegos del azar interesadas en construir un casino en Andorra para
sumarse a la inversión”.
Ese interés local ha propiciado que la mayoría de
candidaturas cuenten con capital andorrano, un requisito que se tendrá
en cuenta a la hora elegir al ganador, según dejan claro las bases para
optar al proyecto.
Las cifras del impacto económico esperado con la
construcción de un casino en Andorra varían en función del modelo de
negocio propuesto. La Vanguardia ha tenido acceso a
los detalles de dos de las candidaturas situadas en los
extremos de la horquilla de inversión. Se trata de la propuesta del
grupo Jocs SA, que plantea una inversión de 15 millones de euros, y el
grupo Genting UK, que promete invertir alrededor de 140 millones de
euros si es elegido para la construcción de ese casino. El resto de
candidaturas han presentado proyectos de inversión que oscilan entre los
18 y 20 millones de euros.
Jocs SA se ha presentado ante el CRAJ como “un proyecto
de país”. Asegura que es una sociedad andorrana, al cien por cien, que
cuenta con el apoyo del socio tecnológico Novomatic, empresa austriaca
líder del negocio de los juegos de azar en Europa y quinta en el ranking
mundial, con cuarenta casinos y 2.100 salas de juegos repartidas por
todo el mundo.
Plantea levantar el casino en el centro de Andorra la
Vella. Ese edificio conectaría, con una plaza pública y ascensores, las
avenidas Prat de la Creu i Meritxell. Una obra que, según sostienen los
impulsores del proyecto, beneficiaría a todos los andorranos y
requeriría la complicidad, para esa transformación urbanística, de “los
principales actores económicos del país y Andorra Turisme”.
La
candidatura de Jocs SA recalca que su proyecto “toca de pies en el
suelo” y estima que el impacto de su casino rondaría los 95 millones de
euros al año. Prevé dar trabajo a 200 personas y, además de contemplar
una sala de espectáculos, cuenta con la complicidad del empresario
Javier de las Muelas (Dry Martini), dispuesto a responsabilizarse del
área gastronómica del complejo.
El grupo Genting UK, con 50 millones de clientes anuales
en sus casinos repartidos por todo el mundo, es el que plantea la mayor
inversión: alrededor de 140 millones de euros. Propone también un
mercado gastronómico inspirado en el El Nacional de Barcelona y el
Mercado San Miguel de Madrid, además de un complejo médico que
complementaría la oferta de Caldea. Su edificio estaría abierto las 24
horas del día, con ofertas de servicios ajenos al juego, y prevé ocupar a
400 personas.
Esta candidatura cuenta con la participación del
empresario andorrano de origen holandés, Marc Giebels. El resto de
candidaturas están lideradas por el grupo Cierco, la empresa Cirsa,
Casinos de Austria, el grupo francés Lucien Barrière, los rusos de
Mercury, PVG Casinos y el grupo, también francés, Raineau.
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