LISBOA.- La agencia de calificación de Fitch mantuvo hoy a la deuda soberana de Portugal en el primer escalón de "bono basura" (BB+) con perspectiva "estable", aunque alertó de los problemas del sistema financiero y del impacto que puede tener la recapitalización de la Caixa Geral de Depósitos (CGD) en el déficit.
En un comunicado, Fitch destacó que Portugal cuenta con
instituciones "robustas", un ambiente empresarial "fuerte" y uno de los
ingresos per cápita más altos de la categoría "BB", pero alertó al mismo
tiempo sobre el nivel elevado de deuda pública y privada, el
crecimiento "débil" y problemas en el sistema financiero.
La agencia reconoció la recuperación económica del país en
2016 pero señaló que espera un crecimiento del 1,3 % al cierre de 2016,
"muy por debajo del 1,8 % previsto en los Presupuestos".
Aun así, recordó que el Ejecutivo luso ya ha avanzado que el
déficit público no superará el 2,3 % y reconoció que "a pesar del débil
crecimiento de los ingresos, el Gobierno consiguió cumplir con la meta
al implementar una estrategia restringida de consolidación".
Fitch alertó del impacto que la recapitalización de la
estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD) puede tener en el déficit y
estima que este indicador cierre 2017 en el 3 %, porcentaje del cual un
1,1 % estaría atribuido al refuerzo del banco público.
Asimismo señaló que "quedan muchos progresos por hacer" en
cuanto al sistema bancario, como el proceso de venta del Novo Banco, que
todavía no ha sido concluido.
La agencia avisó de que cualquier reforma en el sistema
bancario requerirá "un esfuerzo político de concertación" del Gobierno
liderado por Antonio Costa para obtener el apoyo de sus socios de la
izquierda radical.
"Hasta ahora Costa ha manejado bien las diferencias entre
partidos, lo que asegura la estabilidad política. Sin embargo, hay poco
espacio para implementar reformas estructurales ambiciosas en otras
áreas", señaló.
Fitch se posiciona así junto a las otras dos principales
agencias de calificación, Moody's y Standard and Poor's, que también
mantienen a Portugal a un nivel de salir del "bono basura".
La única agencia que recomienda la inversión en deuda lusa
es la canadiense DBRS, lo que permite a Portugal seguir teniendo acceso
al programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (BCE).