NUEVA YORK.- Después de París, Bonn y San Francisco, es el turno de Nueva York:
líderes mundiales se reunieron el miércoles en esta ciudad por
invitación de Emmanuel Macron para una nueva cumbre para evaluar las
promesas y tratar de dar oxígeno al acuerdo de París sobre el clima
frente a la pasividad de muchos estados.
El año pasado, el
presidente francés había advertido durante la primera edición de la
reunión One Planet Summit, en París, que la batalla se estaba perdiendo.
"No estamos aquí solo para hablar sino para rendir cuentas", dijo
este miércoles al inaugurar la segunda edición, que se celebra en el
Plaza Hotel de la Gran Manzana, en paralelo a la Asamblea General de las
Naciones Unidas.
"Necesitamos reasignar un tercio de las finanzas globales a nuevas acciones climáticas", dijo Macron, quien habló en inglés.
Numerosos anuncios,
acciones y cumbres se realizaron desde el año pasado: en Bonn en mayo,
en Bangkok y San Francisco, en septiembre. Pero la distancia entre el
objetivo del pacto climático de 2015 y la realidad de los compromisos
para contener realmente las emisiones de gases de efecto invernadero
sigue siendo enorme.
"Espero cerrar la brecha con estos anuncios y en los próximos meses", dijo el jefe de Estado francés.
La próxima cumbre de negociaciones de la ONU, la COP24,
tendrá lugar en diciembre en Polonia. Las reuniones preparatorias han
terminado en un punto muerto y el pesimismo reina entre buena parte de
los delegados.
"No tenemos ninguna certeza de que sea un éxito,
aunque no es imposible", dijo Patricia Espinosa, la responsable
de Naciones Unidas para el cambio climático. Y reiteró lo que ya dijo
unos días atrás en San Francisco frente a actores no estatales: "Eso no
es suficiente".
Cerca de treinta dirigentes y ministros están
presentes en One Planet Summit, entre ellos los presidentes de México y
Ruanda, los jefes de los gobiernos español, danés y noruego, el
viceministro de Asuntos Exteriores chino, así como líderes de algunas
islas del Pacífico, amenazadas por el aumento del nivel de los océanos.
En el transcurso del día,
se anunciarán millones y millones de dólares destinados a nuevas
medidas para "descarbonizar" la economía mundial, ayudar a los países
vulnerables y financiar la transición ecológica de los países en
desarrollo, particularmente en Asia y en África.
La Unión Europea
quiere dedicar la cuarta parte de su presupuesto 2021-2027 a los
objetivos climáticos, y gastará 44.000 millones de euros en África, unos
50.000 millones de dólares para unas 200 ciudades del mundo.
Pero estos compromisos, por concretos que sean,
representan solo una parte del esfuerzo necesario para limitar el
aumento de la temperatura global a 2°C respecto a la década de 1880. La
Tierra ya está 1° más caliente que entonces.
"El dinero público
no será suficiente para llenar el hueco, se necesita que contribuya el
sector privado", enfatizó un vicepresidente de la Comisión Europea,
Valdis Dombrovskis.
Y aunque un grado parece poco, es suficiente
para derretir una parte monumental del hielo de los polos. Un estudio
publicado en la revista Nature estima que un aumento de 2°C, un
escenario deseable en esta etapa, derretiría una porción del casco
glaciar de la Antártida que haría que el nivel del mar se eleve cuatro
metros en unos pocos siglos.
El acuerdo preveía que los países
ricos aportaran 100.000 millones de dólares al año a un Fondo Verde de
la ONU destinado a los países directamente amenazados por el aumento del
nivel del mar, la desertificación u otros eventos climáticos.
Solo
10.000 millones han sido aportados hasta ahora. Estados Unidos había
prometido 3.000 millones, pero dio 1.000 millones, bajo la presidencia
de Barack Obama. Donald Trump canceló el saldo.
No obstante Michael Bloomberg, el exalcalde de Nueva York que
participa en la movilización climática a través de su fundación
filantrópica, ve el vaso medio lleno: en Estados Unidos las centrales
eléctricas de carbón siguen perdiendo competitividad, dice, a pesar del
apoyo del gobierno federal.
"Estamos progresando", dijo. "Al final, no son los Estados los que cambian los comportamientos, es el capitalismo".