PARÍS.- La desaceleración en el crecimiento de la productividad, combinado con la caída en la inversión, son algunos de los aspectos que durante los últimos años han estado debilitando el aumento de la producción así como el nivel de vida de los ciudadanos en muchas economías, según un estudio publicado este jueves por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La explicación a esta idea es que la productividad está
directamente relacionada con los salarios de los trabajadores. De esta
manera, una pérdida de productividad provoca una caída de los salarios
medios reales y, por ende, un desplome del Producto Interior Bruto (PIB)
de las economías al perder fuerza la demanda nacional.
En este sentido, del estudio se desprende que un mayor uso
de mano de obra contribuye al crecimiento de la economía del país, como
han mostrado Reino Unido o Estados Unidos. No obstante, esta relación
refleja dos efectos contrarios.
Por un lado, un aumento de la mano de obra permite reducir
las tasas de desempleo, pero a la vez se ha demostrado que cae el
promedio de horas trabajadas por cada empleado. Según la OCDE, esto
provoca que la mayor parte de los contratos sean a jornada parcial y a
menudo en puestos de baja productividad.
A este respecto, la organización explica que las mejores
tasas de empleo "son bienvenidas", pero que les preocupa que vengan de
la mano de una pérdida de productividad laboral, sobre todo poniendo la
vista en el largo plazo.
La solución para la OCDE pasa por aumentar la productividad
trabajando de manera "inteligente", en lugar de trabajar "más duro".
Asimismo, indicó que las empresas deben combinar de manera más eficiente
sus factores productivos, apostando por la innovación tecnológica o
nuevos modelos de negocio.
Por otro lado, la menor inversión en equipos y maquinarias
ha provocado también que la productividad caiga de manera generalizada.
Según datos de la OCDE, la caída de la inversión se ha producido en
todas las economías del G7 desde que tuvo lugar la crisis de 2008.
La inversión en I+D (Investigación y Desarrollo), aunque se
ha mantenido en los últimos años bastante estable, también ha caído en
comparación a las tasas anteriores a la recesión.
Por sectores, la productividad ha caído prácticamente de
manera generalizada, aunque más acusada en algunos como la industria
manufacturera, los servicios de información y comunicación y en las
finanzas y seguros.
Entre los países de la OCDE, la República Checa, Finlandia y
Corea han sido los que más productividad laboral han perdido en la
industria manufacturera. En cuanto a los servicios empresariales,
destacan Estonia, Grecia y Letonia.
Al contrario, las mayores tasas de productividad laboral las registra Estados Unidos, seguido de Francia y Alemania.