ROMA.- Los últimos sondeos publicados a mediados de febrero vaticinaban que la
batalla en las urnas estará entre esta coalición, que podría obtener
alrededor del 35 % de los votos, y el M5S, que sería el grupo político
más votado en solitario con cerca del 30 % de los sufragios. Se necesita
al menos un 40 % para gobernar.
La coalición de partidos de derechas para las elecciones del próximo
domingo en Italia, en la que se encuentra la formación del ex primer
ministro Silvio Berlusconi, escenificó este jueves su unión y afirmó que, si no logra mayoría, se producirá un caos político.
El acto, celebrado en el Templo de Adriano de la capital, sentó en el
mismo escenario a Berlusconi; al líder de la ultraderechista Liga Norte
(LN), Matteo Salvini; a la de la posfascista Hermanos de Italia,
Giorgia Meloni, y al de la derechista Quarto Polo, Raffaele Fitto.
Berlusconi, quien moderó el acto ante decenas de asistentes, pidió
reclamar el voto en el último día de campaña antes de los comicios y animó, incluso, a llevar a las “tías ancianas a votar” por la coalición de derechas.
El ex primer ministro -inhabilitado políticamente, pero en campaña- dijo que tiene “muy fundadas esperanzas en alcanzar” el Ejecutivo italiano,
una opción no amparada por los sondeos, que, aunque colocan a su
coalición a la cabeza, no le otorgan la mayoría para gobernar.
Por otro lado, trató de disipar las dudas sobre la solidez de la coalición, sobre todo con Salvini, y dijo que es “normal” que haya “pequeños problemas de diversidad” porque son una conjunción de partidos y no una única formación.
En cualquier caso, defendió que el objetivo de la alianza, en caso de gobernar, será “mostrarse como una única fuerza de agresión para todo lo malo que ha traído la izquierda”, que ha gobernado durante los últimos cinco años.
Abordó el tema de la gestión de la inmigración masiva y aseguró que
uno de los problemas a tratar será “el gran fracaso de la izquierda, que
ha traído 600.000 (inmigrantes) clandestinos más, que para comer deben
recurrir al robo”.
“Hace falta una revolución y somos unos revolucionarios distintos”, defendió el líder conservador, de 81 años.
Meloni, por su parte, animó a sus militantes a reclamar el voto para
la coalición porque es la única fuerza capaz de ganar las elecciones.
“El domingo habrá dos opciones: o gana el centroderecha o el caos. Ninguna
fuerza puede tener una mayoría. Si no ganamos, supondrá la convocatoria
de nuevas elecciones o los pactos secretos para formar gobierno”,
alertó Meloni, que quiere “un gobierno de patriotas”.
También Salvini pronunció un discurso centrado en los presuntos
peligros de la inmigración irregular y realizó su habitual defensa de
los intereses italianos frente a la globalización e, incluso, la Unión
Europea.
“Alguno dice ‘Más Europa’ y yo digo ‘Más Italia’.
Son los italianos quienes deben ser protegidos de invasiones.
Gobernaremos en una Europa que haga pocas cosas, pero bien, como
defender las fronteras”, avanzó.
Y agregó: “No vamos a gobernar un país que permite, por culpa de
normas europeas equivocadas, que lleguen a nuestras mesas arroz
camboyano, aceite tunecino, naranjas marroquíes, leche polaca y otras
cosas asquerosas con fertilizantes prohibidos”.
El M5S presenta su hipotético gobierno
Paralelamente, el M5S presentó en otro acto en Roma su hipotética lista de ministros si tras el 4 de marzo obtienen los apoyos suficientes para gobernar, una acción que miembros de la política han criticado y calificado de maniobra.
La lista está formada, entre otros, por la profesora universitaria
Paola Giannetakis que sería la ministra de Interior, mientras que para
el Ministerio de Economía el M5S ha elegido al profesor Andrea
Roventini, para el de Asuntos Exteriores, a la profesora universitaria
Emmanuela del Re, y para Defensa a Elisabetta Trenta.
Di Maio reivindicó esta acción como señal de transparencia del M5S
hacia los electores y dijo que los italianos podrán votar sabiendo quién
es el candidato a primer ministro, quiénes optan a los distintos
ministerios y qué puntos incluye su programa electoral.
Finalmente, desafió al resto de grupos políticos a seguir su ejemplo,
desde un atril y con un fondo que rezaba “el equipo de Gobierno: Italia
2018-2023”.
Esta acción le ha valido al M5S severas críticas, el primer ministro,
Paolo Gentiloni, la ha descrito de “surrealista” y la expresidenta de
la Cámara de los Diputados Laura Boldrini, miembro de la formación de
izquierdas Libres e Iguales, ha opinado que Di Maio “vive en una
realidad paralela”.
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