BRUSELAS.- El político alemán de centroderecha Manfred Weber
(CSU), actual presidente del grupo popular europeo (PPE) en la
Eurocámara, anunció hoy que se presentará a la terna interna de su
familia política, la más numerosa en la Unión Europea, para ser el nuevo presidente de la Comisión Europea (CE).
Con
su paso al frente se abre oficialmente la veda de candidaturas de las
distintas familias políticas europeas a presidir el Ejecutivo
comunitario, un procedimiento de preselección previo a las elecciones de
mayo de 2019, que ya se utilizó en 2014 con Jean-Claude Juncker.
Ese proceso, conocido como el del "Spitzenkandidaten"
o "candidato principal", por el que abogan la mayoría de partidos en la
Eurocámara, no tiene el visto bueno de algunos líderes europeos,
principalmente el presidente francés, Emmanuel Macron, que aspira a
formar un nuevo grupo parlamentario liberal en la próxima legislatura
europea.
"Deseo ser el candidato del PPE en las
elecciones europeas de 2019 y convertirme en el próximo presidente de la
Comisión Europea. Europa necesita un nuevo comienzo y más democracia",
confirmó hoy Weber en su red social tras semanas de rumores.
Este
jueves se abre el plazo de candidaturas en el PPE para el elegido para
suceder a Jean-Claude Juncker, si la familia política conservadora gana
las elecciones de mayo de 2019 y consigue suficientes apoyos para ello
en el hemiciclo.
La decisión final sobre cuál será el
candidato del PPE se tomará en el Congreso de la formación el 7 de
noviembre en Helsinki. Fuentes muy cercanas explicaron que Weber cuenta
con el beneplácito de la CSU en Alemania y que confía conseguir también
la luz verde de la CDU y la canciller Angela Merkel el próximo 10 de
septiembre, cuando se reúna el partido.
El político no
quiere ser percibido, en cualquier caso, como "el candidato de Merkel",
sino como un candidato puramente europeo, una estrategia que no
facilitará el hecho de que hable alemán e inglés pero no francés, lengua
de trabajo en Bruselas.
Weber, europeísta convencido,
de 46 años (los 14 últimos en el Parlamento Europeo), es "consciente",
dijeron las mismas fuentes, de que no cuenta con la experiencia de haber
sido presidente o primer ministro, pero se cree "ampliamente preparado"
para el cargo.
Asimismo, dice estar en contacto con
otros posibles candidatos a los que podría acabar enfrentándose como el
primer ministro finlandés Alexander Stubb o el negociador jefe de la UE
para el brexit, Michelle Barnier, y confiar en que se celebre, en su caso, una competición "justa".
Weber,
tan europeísta como ligado a las raíces democristianas del PPE, tiene
entre sus planes dejar claro que no quiere contar con euroescépticos en
el PPE, lo que podría marcar el camino de salida de Viktor Orbán de la
familia conservadora europea, en la que el primer ministro húngaro y su
partido son el socio más díscolo.
Otras fuentes de la
formación popular europea dijeron hoy que no conviene "dar por hecho,
para nada" que Weber será el elegido como candidato del PPE, y señalaron
en el mismo sentido la fuerza y las grandes posibilidades de Stubb,
otro joven político, que podría oficializar en los próximos días su
voluntad ser candidato.
Si consigue convertirse en el
candidato del PPE, luchará para que la campaña no termine siendo
simplemente "Europa sí, Europa no", sino para explicar a la ciudadanía
todo lo que ya hace la UE por ellos y lo que puede llegar a hacer en
contraposición a las "falsedades" que extienden los euroescépticos,
añadieron.
Otra de sus ambiciones, si es elegido
presidente de la CE, es promover algunos cambios en Bruselas como que
las decisiones del Consejo se tomen por mayoría cualificada y no
unanimidad o que "se termine con el poder de facto de diplomáticos y
burócratas para devolverlo a los políticos".
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