"Nunca impongan la verdad y mucho menos aferrándose con
rigidez a alguna obligación religiosa o moral. A Dios se le anuncia
encontrando a las personas, teniendo en cuenta su historia y su camino",
ha resaltado en la homilía de la misa que ha oficiado esta mañana antes
del ángelus.
Por eso, ha invitado a anunciar a Jesús
para que las personas le dejen entrar en su vida "a pesar de las
decepciones y heridas de la vida" porque "al Dios de la esperanza se le
anuncia viviendo hoy el Evangelio de la caridad, sin miedo a dar
testimonio de él incluso con nuevas formas de anuncio".
A
los catequistas, les ha pedido que pongan "por encima de todo" el
anuncio principal de la fe: el Señor ha resucitado". "No hay un
contenido más importante. Si se le aísla, pierde sentido y fuerza", ha
exclamado.
Por otro lado, les ha advertido de que "la mundanidad es un agujero negro" que "adormece el alma" y "engulle el bien".
"La
mundanidad adormece el alma (...) es como un agujero negro que engulle
el bien, que apaga el amor, porque lo devora todo en el propio yo.
Entonces se ve sólo la apariencia y no se fija en los demás, porque se
vuelve indiferente a todo", ha concluido.
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