A pesar del crecimiento menor que
estamos viendo en los países desarrollados, y ante un contexto
geopolítico incierto, la tasa de desempleo está descendiendo en la
mayoría de las principales economías desarrolladas. Sin embargo, la
cautela debe reinar entre los inversores ante la fuerte volatilidad que
está experimentando el mercado.
¿Hay alternativas de inversión?
La política monetaria expansiva llevada a cabo por los bancos centrales
a nivel mundial ha dado lugar a precios más altos para el mercado de
bonos. Y este contexto está favoreciendo a las acciones, la clase de
activos que preferimos en estos momentos. Además, vemos un cambio
positivo en la dinámica de la revisión de los resultados empresariales.
Los excesos de la política monetaria han dado lugar a distorsiones de
valoración de mercado, que creemos que favorecen y crean grandes
oportunidades para la selección de valores.
No
obstante, hay que ser muy cautelosos a la hora de elegir los valores
para la cartera. Desde Lazard Frères consideramos que los bancos
europeos están enfrentándose a situaciones bastante complicadas
debido a los bajos tipos de interés -negativos en algunos casos-, lo
que está lastrando sus resultados. Pero, mientras creemos que los bancos
del Sur de Europa lo van a hacer peor y no tenemos ninguna exposición,
sí vemos oportunidades de inversión muy atractivas entre el sector en
los países nórdicos.
En algunos casos, la banca nórdica está ofreciendo
rentabilidades por encima del 10%. Dentro de nuestra apuesta por los
países nórdicos, con nuestro fondo Norden tenemos exposición al banco
danés Danske Bank o al sueco SEB. Pero también a compañías de otros
sectores en las que vemos atractivo como Volvo, Astrazeneca, Nokia,
Pandora o H&M.
Aunque
la banca ha sido uno de los sectores más golpeados y lastrados por las
medidas de los bancos centrales, hay esperanza para tener una visión
algo más positiva a largo plazo.
Las economías caminan hacia una estabilización de los tipos de interés,
por lo que los beneficios de las financieras no deberían revisarse más a
la baja y creemos que dentro del sector podemos encontrar un mayor
potencial de cara a los próximos tres años.
¿Exposición a compañías ligadas al crudo?
Tras
varios intentos fallidos, los países de la OPEP han alcanzado un
acuerdo sobre posibles reducciones de la producción. El petróleo se
revalorizó con el anuncio pero continua por debajo de los 50 dólares el
barril, nivel que tan solo pudo superar el pasado mes de junio.
El
acuerdo constituye un primer paso: se trata de formar un grupo de
trabajo para determinar la distribución de los recortes de producción
con el fin de limitar la producción alrededor de 32,5-33,0 millones de
barriles diarios teniendo en cuenta que la producción se situaba en 33,2
millones de barriles diario en agosto. Por lo tanto, tan solo falta
encontrar un acuerdo y que los miembros de la OPEP se pongan en marcha.
Al
margen del resultado, el importe de la reducción de producción sigue
sin poner en duda el desequilibrio del mercado del petróleo que sigue
caracterizado por una oferta pletórica.
En la situación actual, esta reducción de la producción no debería
conllevar un fuerte ascenso del precio del petróleo, con más razón si
observamos las ganancias de productividad en el petróleo de esquisto en
Estados Unidos, la oferta podría ajustarse rápidamente si los precios
aumentasen, limitando de este modo el potencial de rebote.
Ante este escenario no tenemos exposición a sectores ligados al crudo,
dado que consideramos que los precios se mantendrán bajos durante
bastante tiempo más, lo que tendría un impacto, por ejemplo, en la
dificultad para las compañías de mantener los dividendos.
(*) Economista jefe de estrategia de Lazard Frères Gestion
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