ATENAS.- El
Parlamento griego aprobó hoy los Presupuestos Generales de 2017, que
prevén la vuelta del país al crecimiento tras siete años de recesión,
pero incluyen también nuevas medidas de ahorro e incrementos de
impuestos.
La ley salió adelante con los votos de la coalición
gubernamental del izquierdista Syriza y los nacionalistas Griegos
Independientes y contó con el rechazo de toda la oposición.
En su discurso de clausura tras cinco días de debate, el
primer ministro, Alexis Tsipras, afirmó que el de 2017 es el primer
presupuesto del "optimismo" y el "crecimiento económico", en alusión al
2,7 % de incremento del PIB previsto por el Gobierno.
Pese a incluir nuevos recortes y subidas de impuestos,
Tsipras insistió en que los presupuestos tienen un claro acento social, y
puso como ejemplo los 300 millones de euros (317 millones de dólares)
adicionales que se destinarán a sanidad y educación.
Con una oposición
conservadora que no se cansa de pedir elecciones ante la caída de
popularidad del Gobierno y con las negociaciones con los acreedores
sobre la revisión del programa asociado al rescate aún sin concluir,
Tsipras ha optado por recuperar el discurso social.
El pasado jueves sorprendió con el anuncio de que repartirá
617 millones de los fondos que han sobrado de los presupuestos de este
año a una paga extra para los 1,6 millones de pensionistas que cobran
menos de 850 euros al mes (900 dólares), una iniciativa que desconocían
los acreedores.
Al mismo tiempo, el Gobierno quiere demostrar que no solo cumple sino incluso supera las pautas impuestas por los acreedores.
Así, los presupuestos de 2017 parten de un superávit
primario (antes del pago del servicio de la deuda) del 2 % del producto
interior bruto (PIB), un cuarto de punto por encima del objetivo
acordado con los acreedores.
Ya en este año, el Ejecutivo espera superar con creces el
objetivo pactado con las instituciones acreedores, y cerrar el ejercicio
en curso con un superávit primario del 1,1 %, casi el doble del 0,6 %
acordado.
El incremento de los ingresos del Estado en el periodo enero
a noviembre en un 5,8 % por encima de lo presupuestado fortalece el
optimismo gubernamental.
Los presupuestos de 2017 contemplan un incremento de
ingresos del 5,3 % hasta un total de 51.001 millones de euros (54.000
millones de dólares), y un recorte del gasto del 3,1 % hasta los 48.486
millones de euros (51.338).
En total están previstas medidas de aumento de ingresos y de
recorte de gastos de unos 3.400 millones de euros (3.600 millones de
dólares), 2.500 (2.647) de los cuales vendrán de aumentos de impuestos.
Entre las medidas que elevarán la presión fiscal figuran el
incremento de una serie de impuestos indirectos, van desde el
combustible para la calefacción y la gasolina hasta el tabaco, el café,
el internet y la televisión de pago.
Además el Estado heleno espera ahorrar 843 millones de euros
(892 millones de dólares) a base de nuevos recortes en el gasto de
pensiones y de prestaciones sociales, así como del aumento de las
contribuciones a la seguridad social.
Pero al mismo tiempo los presupuestos prevén un aumento del
gasto social por un total 871 millones de euros (922 millones de
dólares).
Los presupuestos se han confeccionado sobre una base de
cálculo que parte de un crecimiento del PIB del 2,7 %, tras un
previsible 0,3 % en este ejercicio, un objetivo que muchos analistas
consideran demasiado optimista, pero que el Gobierno espera lograr
gracias a un incremento de las inversiones de un 9,1 %; del consumo
privado, de un 1,8 %, y de las exportaciones, de un 5,3 %.
El Gobierno prevé además una tímida vuelta a la inflación tras años de deflación, con un incremento del IPC del 0,6%.
Además, cuenta con una reducción del desempleo del 23,7 al 22,6 por ciento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario