BARCELONA.- El incremento de las motocicletas
durante la crisis económica ha convertido Barcelona en la ciudad europea
con más motos por habitante, en detrimento de los coches, según un
estudio del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB) y
el Departamento de Geografía de la UAB.
El estudio ha
analizado el aumento del uso de la motocicleta frente al descenso del
coche en Barcelona ciudad durante la última década y ha concluido que,
en contra de lo que sucede en el sudeste asiático, los usuarios de
motocicletas en Barcelona tienen una renta superior.
Según el estudio, durante el período 2004-2012, el
número de motocicletas matriculadas en la ciudad de Barcelona creció un
36,2 % hasta alcanzar las 203.414 unidades, mientras que la cifra de
coches bajó un 3,8 %, situándose en los 584.848 vehículos.
Las motos representan el 22,2 % del parque móvil de la ciudad y el
número de desplazamientos que realizan ha crecido hasta representar el
26,5 % de toda la movilidad motorizada.
El estudio,
que publica la revista "Transporte Policy", destaca que este incremento
ha tenido lugar en un contexto caracterizado por una clara caída de los
índices del vehículo motorizado privado debido a la crisis económica
iniciada en 2008.
"Que el 22,2 % del parque móvil de
Barcelona sean motos evidencia que se trata de un actor muy importante a
estudiar en sí mismo, y hemos podido constatar que tienen un
comportamiento muy diferente al coche en época de crisis", ha explicado
Carme Miralles, investigadora del ICTA-UAB y coautora del estudio junto a
Oriol Marquet, investigador del Departamento de Geografía de la UAB.
El estudio constata que la motocicleta experimentó un auge coincidiendo
con la aprobación en 2004 de la nueva legislación que permitía a todos
los conductores de coches con más de tres años de experiencia llevar una
moto de hasta 125 centímetros cúbicos.
La facilidad y
velocidad en los desplazamientos, evitando la congestión del tráfico y
los problemas de estacionamiento, favorecieron su incremento
exponencial, especialmente entre los conductores de coche veteranos de
mediana edad.
El inicio de la crisis económica
provocó cambios generalizados en la movilidad de los barceloneses, que
incrementaron en un 39,6 % los desplazamientos a pie y en bicicleta, y
en un 9,4 % los viajes en transporte público en detrimento del uso
privado del coche, que cayó un 14,5 %.
Sin embargo,
las motocicletas, lejos de decrecer, experimentaron un auge del 18,6 %,
con lo que la tasa de motorización en la capital catalana pasó del 94,5
por cada 1.000 habitantes en 2004, a 136 por cada mil habitantes en
2012.
El estudio muestra que los 372.278
desplazamientos realizados de media cada día por las motos en Barcelona,
la mayoría (31,8 %) son efectuados por personas de edades comprendidas
entre los 30 y los 64 años, principalmente hombres.
La investigación también evidencia cómo, aunque las mujeres motoristas
barcelonesas son aún inferiores en número (el 31,2 % del total), su
presencia al manillar de una motocicleta creció entre 2004 y 2008 un 43,
6%.
El estudio destaca que el uso de las motos por
parte de las mujeres en Barcelona triplica al de ciudades como París y
que el nivel de satisfacción es mucho mayor entre quienes conducen una
motocicleta (8,1 sobre 10) que entre los automovilistas (6,9 sobre 10).
Por primera vez, la investigación establece una relación directa entre
el uso de la motocicleta y determinadas variables socioeconómicas, y
concluye que la compra y uso de este medio de transporte es mayor en
personas con empleo y estudios superiores.
"En
nuestra opinión, el nivel de educación y la situación laboral podría
estar relacionado de alguna manera también con los ingresos económicos,
una situación muy diferente a la que se produce en ciudades del sudeste
asiático, donde el uso de la moto está relacionado con bajos ingresos y
grupos de población de estatus inferiores", ha concluido Miralles.
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