sábado, 7 de enero de 2017

Chipre encara en Ginebra una negociación crítica de cara a la reunificación


NICOSIA.- Los líderes greco y turcochipriota, Nikos Anastasiadis y Mustafa Akinci, respectivamente, viajan este domingo a Ginebra para retomar las negociaciones de paz con la ambición de dar un impulso a la reunificación de la isla, aunque con expectativas rebajadas respecto a que se pueda alcanzar una solución definitiva. 

“Creo que lograr una solución final en Ginebra podría no ser posible”, reconoció Anastasiadis en una reciente entrevista. “Pero creo que habrá una buena preparación que permitirá continuar el diálogo”. 
Los líderes de ambas comunidades, que tendrán este domingo una primera reunión bilateral previa al comienzo oficial de los contactos el lunes, tienen solamente tres días para cerrar cuestiones pendientes en la negociación antes la cumbre internacional del día 12 en la que participarán Grecia, Turquía y Reino Unido.
Dicha conferencia abordará el sexto y último capítulo de las negociaciones retomadas hace 19 meses por Anastasiadis y Akinci, el que hace referencia al Tratado de Garantías de los Acuerdos de Zúrich y Londres de 1960, según los cuales dichos países serían los garantes de la independencia del nuevo país.
Anastasiadis recalcó la importancia de que Turquía realmente esté dispuesta a apoyar una solución al conflicto de esta isla. “Turquía ha estado apoyando este proceso”, declaró, por su parte, en la últimas horas el ministro de exteriores turco, Mevlut Çavusoglu, quien opinó que la negociación “no será fácil”.
Prueba de que el ambiente entre ambas comunidades todavía no está exento de fricciones es la carta enviada por Akinci al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la que pide que Anastasiadis únicamente viaje en calidad de líder grecochipriota y no como presidente de toda Chipre, la doble función prevista por el Gobierno de Chipre.
A día de hoy y a pesar de que la ONU se esfuerza por una representación a nivel máximo no se conoce la composición definitiva de esta conferencia multilateral, aunque fuentes oficiales citadas por los medios turcos apuntan a que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, no asistirá, sino que enviará a su primer ministro, Binali Yildirim.
También hay dudas, según la prensa grecochipriota, sobre la asistencia del primer ministro griego, Alexis Tsipras, lo que automáticamente pone en duda la de la primera ministra británica, Theresa May.
Sí habrá un representante de alto nivel de la Unión Europea, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y de otros países de la UE, además de 15 miembros del Consejo de Seguridad, que acudirán como observadores.
Con respecto a las potencias garantes ambas partes tienen posturas enfrentadas. Los grecochipriotas, apoyados por Grecia, sostienen que un país miembro de la UE como lo es Chipre desde 2004 no necesita países tutelares, y pide la retirada de los 30.000 soldados que Turquía tiene estacionados en el norte de la isla, ocupado militarmente por Ankara en 1974.
La parte turcochipriota, recordando el periodo de 1963, cuando se produjeron los primeros choques violentos entre la dos comunidades, insiste en el derecho de Turquía como potencia garante, aunque deja una ventana abierta a su “modernización”.
Tampoco es sencilla la cuestión territorial, en la que greco y turcochipriotas deben llegar a un acuerdo sobre qué parte de la isla corresponde a cada una de las dos comunidades que formarán la Chipre unificada, una federación bizonal y bicomunal con una única soberanía, una sola ciudadanía y una sola personalidad internacional.
Tras la invasión y ocupación de la parte septentrional de Chipre en 1974, el 36,2 % de territorio quedó en manos turcas, lo que generó que entre 140.000 y 160.000 grecochipriotas huyeran al sur de la isla, mientras que 45.000 turcochipriotas que vivían en el sur tuvieran que marcharse al norte.
Los expertos consideran que las compensaciones a estos desplazados podrían hacer de este acuerdo algo costoso económicamente para ambas comunidades.
Otro de los asuntos que negocian greco y turcochipriotas es el modelo presidencial, ya que mientras la Constitución de 1960 contempla un presidente grecochipriota y un vicepresidente turcochipriota -cada uno de ellos elegido exclusivamente por su respectiva comunidad-, los turcochipriotas piden con insistencia una presidencia rotatoria.
Los grecochipriotas lo consideran injusto dada la desproporción de población, pues los turcochipriotas representan el 18 % de la población mientras los grecochipriotas son el 80 %.

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