MADRID.- El precio de la electricidad en España
subió esta semana a máximos históricos en plena ola de frío a causa de
un mal de fondo: la mala regulación del sector, afirman hoy los ecologistas.
En contraposición a los argumentos del Ejecutivo, el grupo Ecologistas en Acción sostiene que el alza no tiene como factor principal ni al mal tiempo, ni a la falta de agua y viento, ni al parón nuclear en Francia, pues apenas representa un 10 por ciento de la potencia instalada en el vecino país.
Una vez más, no son las condiciones meteorológicas las que más peso tienen, sino la mala regulación del sector energético que, desde 1997 favorece a 'un oligopolio eléctrico que, ante la situación actual y la pasividad del regulador, comete abusos tarifarios'.
Los ecologistas demandan 'una auditoría real' de los costos energéticos, una reclamación planteada durante muchos años por la sociedad civil española, pero desoída por el Legislativo. A juicio de la agrupación, el funcionamiento del mercado permite a las grandes compañías eléctricas obtener ganancias desmedidas.
Por ejemplo, a una central nuclear le cuesta menos de 20 euros generar un megavatio-hora de electricidad, pero durante esta semana se vendió a más de 95 euros en el mercado mayorista.
Ello representa un margen de ganancia superior al 300 por ciento, cuando a las energías renovables el Ejecutivo les impuso por ley una rentabilidad máxima de 7,4 puntos porcentuales, señaló el análisis.
Al 'enorme lucro' se suman a otras ayudas y beneficios que tradicionalmente han recibido las empresas energéticas, agregó el documento.
En opinión de Ecologistas en Acción, 'es necesario eliminar los beneficios caídos del cielo que reciben las grandes eléctricas, a las que, aún en situaciones de emergencia como la ola de frío, se les permite seguir duplicando y triplicando el precio real de la electricidad'.
Frente a la situación descrita, la entidad defiende un mayor desarrollo de las energías renovables y la conveniencia pública de eliminar la estructura de oligopolio en los negocios de generación, distribución y comercialización de la electricidad en el país.
Los incrementos de precios, estimó, se ensañan especialmente con los siete millones de españoles que tienen dificultades para pagar el recibo de la luz o están en situación de pobreza energética.
En estos momentos 'no hay medidas efectivas que eviten los cortes de suministros de luz, agua y calor a las familias vulnerables de todo el Estado español', concluyó.
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