WASHINGTON.- Estados
Unidos y la UE dieron el lunes señales de calma en su conflicto sobre
la tasación a las importaciones de acero y aluminio impuestas por
Washington, y Alemania dejó entrever una posible solución esta semana.
"Tuvimos
un intercambio preliminar muy constructivo sobre todos los temas
relativos a nuestros vínculos económicos y orientado particularmente al
apaciguamiento de las tensiones comerciales", declararon en un
comunicado común el secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur
Ross, y el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier, que anunciaron
"otras discusiones en el curso de los próximos días".
Altmaier
evocó la posibilidad de un acuerdo esta semana, antes de que entren en
vigencia, el viernes, las tasas determinadas por Washington.
"Tenemos
la sensación, el secretario de Comercio Wilbur Ross y yo, de que
podríamos llegar a una solución común esta semana", dijo el ministro
alemán a la prensa delante de la Casa Blanca.
El
presidente estadounidense, Donald Trump, promulgó el 8 de marzo tasas
de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio,
suscitando una ola de críticas en todo el mundo y avivando los temores
de una guerra comercial.
Tras
un encuentro este lunes con el secretario del Tesoro estadounidense
Steve Mnuchin en Buenos Aires, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le
Maire, sostuvo que estos aranceles "no son buenos" y pidió que Europa
quede exenta de esas medidas.
"Nadie
podría entender que la Unión Europea, a fin de cuentas, no quede exenta
en su globalidad de este aumento en los aranceles al acero y al
aluminio decidido por Estados Unidos", dijo el ministro luego
de su encuentro con Mnuchin al margen de la reunión del G20 que tiene
lugar en la capital argentina.
Trump
eximió del pago de estos impuestos, provisoriamente, a Canadá y México,
socios de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte -objeto de una renegociación a pedido de Washington-, e indicó
que otras exenciones podían ser definidas.
"Es
posible encontrar una solución que pueda evitar (a todos) un grave
conflicto comercial", comentó Peter Altmaier aludiendo a la amenaza de
la UE de tomar medidas de represalias que comprenderían a productos
emblemáticos estadounidenses como los vaqueros Levi's, las motos
Harley-Davidson o la manteca de maní, si las tasas eran impuestas a los
28 países de la Unión.
Europa
exportó en 2017 hacia Estados Unidos por unos 6.540 millones de dólares
de acero y por 1.360 millones de dólares de aluminio.
Altmaier,
que dio cuenta de "muy buenas discusiones en una atmósfera
constructiva", indicó que el martes debe reunirse con el representante
de Comercio de Estados Unidos Robert Lighthizer.
Precisó
de todas maneras que quien debe negociar formalmente con Washington es
la comisario europea de Comercio, Cecilia Malmström.
Malmström,
que este martes y miércoles prevé mantener encuentros con altos
funcionarios de la administración Trump, entre ellos Wilbur Ross, ya
destacó que su presencia en Washington obedece a su objetivo de que la
Unión Europea "en su conjunto" sea excluida de las tasas.
Durante
una rueda de prensa en Bruselas, la comisaria europea, de nacionalidad
sueca, expresó su voluntad de trabajar con Washington y los otros socios
de la UE para tratar "la raíz del problema", es decir las
sobrecapacidades en la producción de acero.
"Disponemos
de diferentes herramientas. Estamos dispuestos a reforzarlas y a
considerar otras", agregó, sin hacer nunca referencia a China, primer
productor de acero del planeta.
China
no es el principal proveedor de acero de Estados (apenas representa 2%
de las importaciones del país norteamericano) pero produce "cada mes la
casi totalidad de las necesidades anuales de Estados Unidos", señaló
Wilbur Ross.
El departamento de Comercio abrió formalmente este lunes el proceso de exención sobre las tasas decididas por Trump.
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