ROMA.- Los italianos votan este domingo para escoger al sucesor de Paolo Gentiloni
en unos comicios de resultado incierto, principalmente por la nueva ley
electoral que se aplicará, pero para los cuales en todo caso el
centro-derecha comandado por Silvio Berlusconi parte con ventaja, aunque
los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5S) serán a buen seguro la fuerza más votada.
Para tener opciones de formar gobierno, es necesario reunir al menos el 40 por ciento de los votos, un objetivo distante para las dos grandes coaliciones, la de centro-derecha con Forza Italia al frente, y la de centro-izquierda, con el Partido Democrático llevando la batuta.
Tampoco está al alcance de las manos para el M5S, en lo que los
sondeos sitúan entorno al 28 por ciento aunque los expertos vaticinan
que podría conseguir más votos y superar el umbral del 30 por ciento.
Dado el rechazo tradicional de la formación que fundó el cómico Beppe
Grillo en 2009 a aliarse con otros partidos, su joven candidato, Luigi Di Maio,
de 31 años, con casi total seguridad no será el primer ministro más
joven de la historia de Italia, arrancando de cuajo el título a Matteo Renzi, que busca repetir.
El ex primer ministro y candidato del Partido Democrático
parte con pocas opciones de volver al Palazzo Chigi en estas
elecciones. Después de tocar el cielo con el 40 por ciento conseguido a
las europeas de 2014 meses después de su llegada al Gobierno sin pasar
por las urnas, el PD se sitúa ahora en torno al 22,5 por ciento, y hay
quien cree que todavía no ha tocado fondo.
La división en las filas del PD, cuya ala socialdemócrata abandonó el
partido el año pasado disconforme con la marcha hacia el centro de
Renzi, juega en contra del alcalde de Florencia, a que concurre con
pequeños partidos como aliados, siendo Más Europa de la
antigua ministra y comisaria europea Emma Bonino, el que más opciones
tiene de superar el umbral del 3 por ciento y conseguir escaños.
No obstante, aunque Renzi consiguiera reconciliarse con sus antiguos
correligionarios, que han fundado Libres e Iguales (LEU) junto con
Izquierda, Ecología y Libertad (SEL) y tienen al frente el antiguo juez
antimafia y presidente del Senado, Piero Grasso, no tendría suficiente
apoyo como para llegar al 40 por ciento, ya que estos se sitúan en torno
al 5,6 por ciento.
El centro-derecha, los únicos con opciones
Así las cosas, los sondeos y los expertos vaticinan que los únicos con opciones de conseguir una mayoría suficiente son el centro-derecha. Con un Berlusconi
omnipresente y que ha devuelto a Forza Itàlia a la primera línea, la
alianza que integran también la Liga --que ha renunciado a su apellido
de "norte" y ha pasado a convertirse en un partido nacional--, los
también ultraderechistas Hermanos de Italia (FdI) de
Giorgia Meloni, y otros dos socios más pequeños, ha conseguido situarse
en torno al 37 por ciento de la intención de voto.
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