ROMA.- Cerca de 46 millones de italianos están llamados a votar mañana en
las elecciones generales que conformarán el próximo Parlamento del país,
unos comicios en los que parece que la batalla estará entre la
coalición de derechas y el Movimiento Cinco Estrellas y en los que hay
riesgo de alto abstencionismo.
Este es al menos el panorama que dibujaban los últimos sondeos publicados legalmente el pasado 16 de febrero.
Entonces, las encuestas cifraban entre el 30 y el 40 % el número de
indecisos, por lo que en estas últimas dos semanas todo puede haber
cambiado. Se comprobará mañana en las urnas.
Los colegios electorales abrirán a las 7.00 horas locales (6.00 GMT) y
cerrarán a las 23.00 locales (22.00 GMT). Inmediatamente después
comenzará el escrutinio, empezando por los votos del Senado y después de
la Cámara de los Diputados.
Los italianos acudirán a votar con el enésimo sistema electoral
denominado “Rosatellum bis”, que servirá para elegir a los 630 diputados
y 315 senadores y que propone un método mixto en el que el 36 % de los
escaños de la Cámara Baja y Alta serán asignados con un sistema
mayoritario basado en circunscripciones uninominales y el 64 % restante
de forma proporcional.
Además, establece un umbral electoral del 3 % de votos para que los
partidos puedan acceder a las cámaras y del 10 % en caso de que
concurran coaligados.
De esta manera, los italianos mañana tendrán en sus manos dos
papeletas, una rosa para la Cámara de los Diputados y otra amarilla para
el Senado.
Los mayores de 18 años podrán votar sólo a los representantes de la
Cámara de los Diputados, mientras que los que tengan más de 25 años
podrán hacerlo también para el Senado.
La fórmula de votación prevé varias modalidades: el elector podrá
señalar con una cruz el nombre del candidato a las circunscripciones
uninominales, en cuyo caso su apoyo también irá para el partido o la
coalición que lo secunda, o marcar solo una cruz en el símbolo de la
lista que quiera votar, en ese caso se avala también al candidato que
apoya esa lista a las circunscripciones uninominales.
La tercera posibilidad será elegir a un candidato a las
circunscripciones uninominales y al mismo tiempo el símbolo del partido o
coalición que lo apoya, pero el resultado es el mismo que en el de la
segunda opción.
El voto será nulo si se señala a un candidato de una circunscripción uninominal y a otro partido diverso.
Además, como novedad, este año las papeletas que recojan los
electores en los distintos colegios electorales llevarán un número
identificativo para evitar fraudes.
El presidente de la mesa electoral entregará la papeleta al elector
al llegar y apuntará el número que viene escrito en ella. Una vez que el
ciudadano haya tomado su decisión en el interior de las cabinas
electorales, volverá a la mesa electoral y el presidente comprobará que
el código coincide.
El actual sistema electoral fue aprobado durante el mandato del
primer ministro, Paolo Gentiloni, y ha llevado a que grupos políticos
como Forza Italia, de Silvio Berlusconi, y los ultraderechistas Liga Norte, de Matteo Salvini, y Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, acudan aliados.
Los sondeos apuntan a que esta coalición podría ser la eventual
ganadora con cerca del 35 % de los sufragios, aunque no está claro que
consiga los apoyos suficientes para formar un Ejecutivo.
El Movimiento Cinco Estrellas (M5S), cuyo candidato es Luigi Di Maio y
ya ha presentado su potencial equipo de Gobierno como gesto de
transparencia hacia los electores, encabeza las preferencias de voto.
Las encuestas estiman que será la formación más votada en solitario
con alrededor del 30 % de las papeletas y de ser así superaría con
creces al gubernamental Partido Demócrata (PD, centroizquierda) de
Matteo Renzi, que las previsiones le otorgan un 23 %.
El papel fundamental lo desempeñarán aquellos que a mediados de
febrero aún no habían decidido su voto y que pueden ser determinantes.
Sin embargo, uno de los mayores riesgos es que se registre un elevado abstencionismo.
En las últimas elecciones de 2013 votó el 75,2 % de los electores,
pero los medios italianos temen hoy que mañana la cifra sea más baja,
motivada entre otras cosas por el mal tiempo que podría desanimar a
muchos ciudadanos a ejercer su derecho democrático.
Junto con las elecciones generales, coinciden mañana los comicios
regionales del Lacio y Lombardía, dos regiones muy importantes para Italia tanto por su número de habitantes como por su contribución al producto interior bruto (PIB) del país.
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