BARCELONA.- “¿Te han dicho alguna vez que para superar los estragos de una resaca
tomes una cerveza en ayunas?” Con este gráfico símil resume el
economista jefe de Tresiss, Daniel Lacalle, la estrategia que ha seguido
el mundo para salir de la crisis financiera en la que se sumió tras la
caída de Lehman Brothers. Dar a la economía el mismo veneno que la había
hecho caer: dinero barato y exceso de deuda, según recoge La Vanguardia.
Una solución que lo le gusta ni a él ni al resto de los economistas a
los que hemos invitado a repasar lo ocurrido en la economía desde la
estruenda caída de Lehman Brothers. hace hoy 10 años.
Ninguno de los seis ve con buenos ojos el riesgo que implica el
endeudamiento actual de Gobiernos y empresas. Pero cada uno tiene una
particular visión de las lecciones aprendidas, los errores repetidos y
el futuro que se nos viene encima.
Santiago Niño Becerra
Catedrático de la Universidad Ramón Llull de Barcelona y escritor
“La crisis no ha terminado”. Es la advertencia que lanza el
economista Santiago Niño Becerra, catedrático de Estructura Económica en
la Universidad Ramón Llull de Barcelona y popularmente conocido por su
libro “El crash del 2010” . “Estamos en la tercera fase. Nadie puede
pagar todo lo que debe así que ahora lo que toca es reconstruir el
modelo de capitalismo en el que vivimos desde la Gran Depresión”,
explica. Pero eso sí, “Esta vez sin Guerra Mundial, ya no están de
moda”, tranquiliza.
Los indicios de cómo será ese nuevo capitalismo ya los tenemos aquí.
Oligopolios de grandes corporaciones que dominaran muchos sectores.
Bancos, modelo siglo XIX en vias de extinción,la tecnología dominando
todo, fintech, wearables (ropa conectada), inteligencia artificial,
dominio del sector logístico, millenials más cómodos en el pago por uso
que en la compra de vehículos, pone como ejemplos... “Un modelo en el
que ya no hay sitio para todos los trabajadores”, asegura.
Los efectos de esta reorganización recaerán, sobre todo en las clases
medias. “La clase media y la clases media baja van a desaparecer. La
estructura social se va a polarizar entre ricos y pobres”, vislumbra.
Apunta que las pistas ya las tenemos delante: un desempleo estructural
cada vez más alto, precariedad laboral, jóvenes que cada vez tienen
menos capacidad de compra. “La renta básica será imprescindible para
mantener el orden social”.
Pero de eso no se encargaran los gobiernos actuales. “Los gobiernos
nacionales están en la linea de extinción.El poder se organizará por
áreas geográficas que no tiene por qué coincidir con las actuales
fronteras ni aquí ni en América”, advierte. Y explica que serán esos
poderes multinacionales y el poder local quienes organicen la política.
Incluso confía en la creación de una criptomoneda mundial que conviva
con otras monedas digitales locales. “El dinero fiducidario que hoy
manejamos tiene los días contados”,augura. “Para beneficio de la lucha
contra el fraude”, asegura.
Leopoldo Abadia
Profesor y escritor
“Aprender no hemos aprendido mucho”. El resumen de lo vivido
durante la última década que hace el economista Leopoldo Abadia no es
especialmente optimista. El saldo entre las lecciones aprendidas y lo
que queda por cambiar se decanta por esta última parte.“Vivimos todos
engrasados en deuda con los bolsillos llenos de tarjetas de crédito y
eso es muy peligroso”, advierte. Especialmente peligrosa le parece la
deuda pública. “Debemos casi el 100% del PIB y por ello pagamos muchos
intereses, en cuanto suban los tipos de interés volverán los problemas”,
asegura.
En el ámbito familiar es algo más positivo. “Ahora, sabemos hacer
mejor las cuentas. No gastar lo que no tenemos, hay menos gente que
vive por encima de sus posibilidades”, comenta. También resalta con
alegría que, por fin, “ya no nos fiamos tanto del banco ni del banquero
de la esquina. Y eso está muy bien”, afirma.
Este economista que tradujo a un lenguaje comprensible qué era aquel lio
de Lehman Brothers en su famoso libro “La crisis Ninja y otros
misterios de la economía actual”, nos recuerda ahora quela quiebra de
bancos no es algo del pasado. “Los bancos siguen cayendo, hace menos de
un año lo hizo el Banco Popular en España y veremos más en Europa”,
invita a reflexionar.
España tampoco está exenta de riesgos. “Me parece fenomenal gastar
dinero en financiar políticas sociales, pero con cabeza. Cuando en casa
te quieres comprar algo tienes que ver si tienes dinero, de la misa
forma el Gobierno de Pedro Sánchez como sus socios tienen que centrarse
en eso, en ver de dónde recortan para pagar lo que quieren. Más deuda no
es buena idea”, asegura. Finalmente, suspira. “Al menos nos queda
Europa. Lo de Europa es muy bueno. Pierre Moscovici y Nadia Calviño no
van a dejar que nos pasemos”, sentencia.
José Carlos Diez
Profesor de la Universidad de Alcalá y escritor
A este economista observador, como se denomina así mismo en su blog,
le preocupan dos frentes del panorama económico post Lehman Brothers:
la deuda y el desgobierno que campan por Europa después de diez años de
crisis. “La Reserva Federal de EEUU ha ido tomando decisiones de forma
acompasada a los problemas, el BCE ha llegado tarde y ahora está en una
situación difícil, si se desata otra crisis no tiene margen de
actuación”, asegura José Carlos Diez.
En cuanto a lecciones, cree que en España hemos sido más aplicados.
“Aquí, en España la crisis ha sido más dura y en el proceso de ajuste lo
hemos hecho mejor”, afirma. Aunque la deuda pública está casi en el
100% del PIB, Diez pone el foco en que somos un país en el que empresas y
familias han hecho un duro ajuste en la reducción de sus deudas.
Incluso el riesgo en bolsa está más controlado para las empresas
españolas. “La bolsa española está infravalorada mientras en la
americana ha doblado el valor de antes de la crisis”, asegura. En ese
sentido en España y en Europa se ha aprendido más. Hay más prudencia.
Pero eso no implica que esté exenta de riesgo. La banca alemana,
Italia, contagio de los emergente. “El problema puede estallar desde
cualquier lado“, comenta. Las empresas chinas, por ejemplo, son las más
endeudadas del mundo. “Por allí pueden venir nuevos sustos”, advierte.
En cualquier caso, a Europa no le pillara en buena situación, más allá
de la alarmante deuda pública y el agotamiento de las políticas del
Banco Central Europeo de las que también alertan sus colegas, a José
Carlos Diez le inquieta que todavía queda mucho por avanzar en la
construcción de una verdadera Unión Europea y en su gobernanza “esto
debilita mucho la toma de decisiones en momentos conflictivos”, asegura.
Daniel Lacalle
Director de inversión de Tressis y escritor
Se niega a aceptar la explicación de que las autoridades
hicieron lo que había que hacer para salvar el sistema. “El gran error
post Lehman ha sido disfrazar las cosas. Los grandes bancos centrales
que alimentaron aquella crisis al bajar los tipos de interés, ahora se
presentan como los salvadores de la economía bajando más los tipos. Esto
es un gran error”, asegura este crónista de la crisis .
Muy gráficamente invita a verlo, como se ha comentado más arriba, con
ese popular consejo de tomar un vaso de cerveza para quitar la resaca.
“Te sientes mejor pero sigues borracho”.
Como buen representante del sector financiero, Lacalle también pone
el acento en el exceso de regulación que ha recaído sobre los bancos en
los últimos diez años. “Por un lado, se les da dinero gratis y se
incentiva la inversión en activos de riesgo y por el otro se les inunda
de trabas burocráticas que frenan, por ejemplo, su actividad más básica
de dar prestamos”.
Pero a pesar de esos riesgos, descarta la posibilidad de que se
repita un evento similar a la caída de Lehman Brothers, que para él no
fue el catalizador de la crisis sino un síntoma. “Ni los estados, ni el
FMI, ni el Banco Mundial, ni ningún banco central considera que estemos
en un entorno del que haya que salir”, asegura. En su opinión el mundo
va camino de una japonización, aunque el prefiere el termino”
estancamiento secular”.
La salida de la crisis nos lleva, según este economista, un modelo
económico donde domina la recesión, el estancamiento sin crecimiento por
falta de una apuesta fuerte por la innovación, un desempleo duradero y
estructural, ciudadanos sin ahorro para financiar la inversión y sin
incentivos para consumir. “Lo que termina ocurriendo es que zombifica la
economía. Estamos en un rescate continuado a costa de los ahorros y los
salarios de los ciudadanos”, lamenta.
David Cano
Socio de Analistas Financieros Internacionales, AFI.
“La crisis anterior nunca volverá” dice David Cano. El socio
de Analistas Financieros Internacionales nos quiere hacer ver que se han
dedicado ingentes esfuerzos a evitar las causas que provocaron la
crisis financiera que tuvo su punto de inflexión en la caída de Lehman
Brothers.
Pero eso no significa que todo esté en orden. “Se ha avanzado mucho
en apuntalar la vulnerabilidad de los bancos. Sus pilares se han
asentado. La banca no va a ser el problema en la próxima crisis”,
asegura tajante.
También considera positivo que en esta década hayamos aprendido que
“la política monetaria es algo más que una herramienta para controlar la
inflación y que en su versión no convencional puede ser muy efectiva”,
asegura. A Cano le gusta de este proceso que se hayan descubierto nuevos
motores de crecimiento, la tecnología principalmente y la fuerza de
países como China e India tirando de la economía mundial.
Los puntos más negativos los enfoca en Europa. “Se ha perdido una
década de crecimiento. Se ha perdido el carro de la innovación
tecnológica y queda mucho por hacer en la construcción de instituciones
de gobernanza” , apunta.
Como sus colegas, destaca que la falta de eficiencia de los poderes
públicos. Han sido poco eficientes contra la vulnerabilidad que supone
el alto endeudamiento. “Recortar la deuda no lo lleva ningún partido
político en su programa electoral”. Aunque el próximo susto bien podría
llegar del sector privado y de lado opuesto del mundo al que se originó
la anterior crisis “Solo las empresas chinas deben más que el PIB de su
país, y es el segundo más grande del planeta”.
José Luis Ruiz Bartolomé
Consultor inmobiliario y escritor
A José Luís Ruiz Bartolomé tampoco le gusta el método usado
para salir de la crisis. “Hemos gastado todo el arsenal de política
monetaria a base de dinero barato y crecimiento del balance de los
bancos centrales. No estamos preparados para otra crisis”, analiza
coincidiendo con el resto de expertos. En cambio es mucho más positivo
cuando habla de su sector de actividad, el inmobiliario. Al menos en
España, “si que han cambiado mucho las cosas” afirma.
El primer gran cambio que destaca es que la crisis se llevó por
delante el negocio fácil en ese mundillo. Ahora, quienes se dedican al
ladrillo en España son profesionales del sector, ya sean grandes
empresas o nuevas compañías lideradas por profesionales que salieron de
las grandes. “Ahora ya no hay sitio para aquellos pequeños empresarios
de otros sectores que invertían en pequeñas promociones sin conocer el
mercado y con abultadas financiaciones”, asegura.
Es el reflejo más palpable de los efectos de la estricta regulación
financiera que ha caído estos años sobre la banca. El número de
entidades dispuestas a prestar no llega a la decena. “Más allá de que
son más prudentes, también el coste de prestar es más alto por lo que
solo dan crédito a los proyectos verdaderamente solventes”, asegura.
Respecto al repunte del sector en los últimos años puntualiza:“En
contra de lo ocurrido en otros momentos la recuperación solo ha llegado a
las grandes ciudades y a la costa. En el interior todavía los precios y
la demanda están muy por debajo de lo que llegaron a ver antes de la
crisis”. Pero pone la alarma en el precio de suelo. “No hay oferta y
muchos promotores se están lanzando a pagar por encima de lo deseable”.
Los datos macroeconómicos tampoco le gustan. “Ante la ralentización del
consumo y del PIB, es el momento de apostar por la prudencia”, asegura.
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