MADRID.- Los
mecanismos extraordinarios de financiación creados en 2012 han
convertido al Estado en el mayor acreedor de las autonomías (regiones) en España. Con los préstamos concedidos a través del FLA
y del resto de fondos de auxilio financiero, la Administración
central ha asumido el riesgo crediticio de los gobiernos regionales.
Según los últimos datos certificados por el Banco de España -relativos
al primer trimestre de 2018-, el Estado tiene en sus manos en torno al
60% de toda la deuda de las comunidades autónomas. Eso supone que éstas
le deben a la Administración central unos 170.000 millones de euros, según recoge hoy Abc.
Con esos
mecanismos extraordinarios de financiación, las autonomías han ido
utilizando el dinero que recibían del Estado para hacer frente a los
vencimientos de deuda que habían adquirido tiempo atrás en los mercados
ordinarios. Han refinanciado su cartera de deuda; de paso, la han engordado; y su prestamista principal ha pasado a ser el Estado, como demuestran los balances oficiales.
Las
comunidades que más dinero le deben al Estado en cifra absoluta son,
por este orden, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía: unos 54.000,
37.000 y 26.000 millones de euros respectivamente.
Aunque en
términos globales el Estado ya tiene en sus manos aproximadamente el 60%
de la deuda autonómica total, hay comunidades en las que es mucho más.
Así, en el caso de la Comunidad Valenciana y Murcia es el 81,3% y el 80,6%,
respectivamente.
El Estado tiene en sus manos en torno al 78% de la
deuda pública andaluza, y alrededor del 75% del endeudamiento de
Baleares y de Castilla-La Mancha.
En el extremo opuesto se sitúan
Navarra y el País Vasco: la holgura financiera que les dan sus
privilegiados regímenes forales les ha evitado endeudarse con el Estado
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