PARÍS.- Con
sólo un 5% de los turistas del mundo, a pesar de sus pirámides, sus
safaris o sus playas poco concurridas, África puede atraer más
visitantes si apuesta por el ecoturismo y mantiene estabilidad política,
estiman los expertos.
"Los
países que han tenido éxito [en el turismo] son los que han tomado
estas decisiones", explicó Naledi Khabo, directora general de la
Asociación Africana de Turismo, durante una conferencia para promover
este sector de la economía que se llevó a cabo en Ciudad del Cabo a
mediados de septiembre.
Citó
como ejemplo a Tanzania y a Ruanda, países "muy atractivos para ciertos
viajeros" y en donde se proponen alojamientos y safaris
ecoresponsables.
Desde 2006, el número de turistas que visita Tanzania se ha casi duplicado y supera el millón.
Según
Tanzania Invest, una agencia gubernamental promotora de inversiones, el
turismo representa 14% del producto interno bruto de este país situado
al este del continente.
Para
Khabo, Sudáfrica también logró imponerse como un destino muy atractivo
al "diversificar sus productos más allá de los safaris".
El
país registró un fuerte incremento en llegadas de turistas curiosos por
descubrir las costumbres locales, las comunidades rurales y los viñedos
de la región del Cabo.
Alrededor
de 700.000 sudafricanos -muchos de comunidades negras desfavorecidas-
trabajan en el sector turístico en este país en donde la tasa de
desempleo es de casi 28%.
Numerosos
países africanos buscan captar las divisas de viajeros extranjeros,
pero Kenya ha decidido apostar por el turismo interior, después de que
recientes olas de violencia ocasionaran bajas en los niveles de turismo
internacional.
El turismo es el segundo sector de actividad más importante en Kenya y, en 2017, generó ingresos de 1.200 millones de dólares.
La inestabilidad política perjudica a muchos otros países africanos que, como Kenya, poseen un fuerte potencial turístico.
La
República Democrática del Congo, con sus gorilas, volcanes y parques
nacionales, podría ser un paraíso turístico si no fuera por graves
problemas de violencia e inseguridad, según Anita Mendiratta, autora
especializada en turismo.
Tras
años de escasez bajo el mandato del expresidente Robert Mugabe,
Zimbabue -en donde se encuentran las impresionantes Cataratas Victoria y
se pueden realizar lujosos safaris- registró una importante alza en el
turismo a finales de 2017.
Aunque el número de visitas a las Cataratas Victoria aumentó casi 50%, este país esta lejos de alcanzar su pleno potencial.
Khabo estima que aunque "la inseguridad es una amenaza real, a veces es también una cuestión de percepción".
"Los
gobiernos africanos y las autoridades turísticas competentes tienen que
ser más proactivos y esforzarse en cambiar la percepción" de sus países
en el extranjero.
Ruanda,
país sacudido por un genocidio en 1994, es un buen ejemplo, ya que este
país es ahora un destino imponente por sus numerosas colinas y su
población de gorilas.
"El
turismo es nuestra principal entrada de divisas extranjeras, lo que es
increíble para un país como Ruanda", señaló Rosette Rugamba,
exresponsable turística nacional y agregó que este sector "contribuye
enormemente a restaurar la imagen de nuestro país".
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