PARÍS.- Transportistas, agricultores y
comerciantes de la región francesa de Calais organizaron una protesta
este lunes para pedir a las autoridades el desmantelamiento lo antes
posible de la 'jungla', el mayor campamento de refugiados del país, que
amenaza la economía de la zona.
Bajo una fina lluvia, decenas de
camiones iniciaron por la mañana una "marcha lenta" en dirección a
Calais, en el norte, para bloquear la autopista A16, un importante eje
utilizado por los transportistas europeos para llegar a Reino Unido, a
través del puerto de Calais o del túnel de la Mancha.
Los agricultores también se tenían que unir al cortejo con sus tractores.
"Esta
manifestación es un grito de descontento, (...) de verdadero hartazgo
de la profesión", declaró por su parte David Sagnard,
representante local de los transportistas, en referencia a los numerosos
intentos de intrusiones de los migrantes que hacen todo lo posible para
llegar a Reino Unido.
"Lo que reclamamos hoy es que haya medidas
de urgencia para poder circular con total seguridad en la autopista A16 y
el eje portuario", añadió.
Desde hace varios meses, los
refugiados levantan barricadas en el eje portuario con barreras y
árboles para obligar a los camiones a detenerse.
Los convoyes,
vigilados por las fuerzas de seguridad, circulaban a poca velocidad y
recibían el apoyo de los coches y camiones que circulaban en sentido
contrario, que tocaban el claxon a su paso.
El viernes, el
ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, estuvo de nuevo en Calais y
reafirmó que la intención del Estado era el desmantelamiento de la
'jungla' lo "más rápidamente posible", sin precisar una fecha.
Una parte de la 'jungla' fue desmantelada en marzo, pero los migrantes siguen llegando de forma masiva.
Según
las autoridades locales, 6.900 migrantes están instalados en este
campamento, la mayoría a la espera de poder dirigirse a Reino Unido.
Las asociaciones sin embargo hablan de 9.000 personas.
En
paralelo a los cortejos de la "marcha lenta", cientos de personas,
sobre todo comerciantes de Calais y trabajadores del puerto, vestidos
con armillas fluorescentes de seguridad, formaron una cadena humana.
Dirigidos
por la alcaldesa de Calais, Natacha Bouchard, que lucía una camiseta
donde se podía leer "Amo a Calais", los manifestantes se dirigían hacia
el eje portuario.
"¡Vecinos de Calais encerrados, migrantes libres!" o "El gobierno tiene
que declarar el Calaisis (región de Calais) en estado de catástrofe
económica", se leía en las pancartas.
Frédéric Van Gansbeke,
portavoz del colectivo de empresas y comercios de Calais, afirmó que "no
tenemos respuestas [de las autoridades], así que tenemos que bloquear
las cosas".
Con esta operación, la primera de este tipo desde el inicio de la crisis migratoria en la región, espera "llamar la atención".
"Cazeneuve
no dio la fecha del desmantelamiento, quizás para no generar pánico en
el campamento, lo que puedo entender", dijo.
"Pero
protestamos porque estamos lejos" de la satisfacción de las
reivindicaciones, agregó, haciendo referencia a las ayudas para las
empresas.
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