ROMA.- El primer ministro italiano, Matteo Renzi, criticó hoy que las
reglas que impone Bruselas no sean iguales para todos los países
miembros y defendió que Italia pueda disponer de un cierto margen de
maniobra adicional en su déficit para el próximo año.
"Seamos
claros: las violaciones a las reglas de la Unión Europea son muchas:
Francia se encuentra desde hace 9 meses por encima del 3 %, España tiene
un déficit que es el doble que el nuestro", afirmó Renzi en un programa
de televisión.
Además, en su perfil oficial de la red social de
Facebook, Renzi cargó contra la Comisión Europea (CE) por el hecho de
que quiera controlar de forma rigurosa las cuentas italianas cuando,
dijo, está cumpliendo todas las reglas y pide un margen de maniobra para
poder afrontar las consecuencias del terremoto del pasado 24 de agosto.
El
27 de septiembre, el Gobierno italiano revisó a la baja la previsión de
crecimiento del producto interior bruto (PIB) para este año y lo situó
en el 0,8 %, frente al 1,2 % calculado en abril pasado, y señaló que el
déficit será del 2,4 % del PIB en 2016.
El déficit para 2017 lo
situó en el 2 % del PIB, aunque matizó que negociaría con Bruselas un
margen de maniobra de un 0,4 % adicional para hacer frente a los costes
de la reconstrucción de las zonas devastadas por el terremoto del 24 de
agosto y también para afrontar el drama migratorio.
Renzi sostuvo
entonces, y de nuevo hoy en la televisión pública, que no es una
petición de flexibilidad, sino una solicitud realizada en el marco de
una situación excepcional.
El ministro de Economía de Italia, Pier
Carlo Padoan, confirmó hoy que el país ha recibido una carta de la CE
en relación al proyecto presupuestario para 2017 presentado por Roma.
Aunque
no ha desvelado su contenido, según los medios locales iría destinada a
pedir explicaciones al Gobierno de sus razones de peso para incumplir
el Pacto de Estabilidad.
"Si llega la carta, haremos como han
hecho otros países, es decir, nada", decía recientemente el ministro del
Interior, Angelino Alfano.
El Gobierno italiano mantiene desde
hace meses una relación tensa con Bruselas por cuestiones relacionadas
con las políticas económicas, cuya austeridad ha sido criticada
abiertamente por el Ejecutivo de Renzi en diversas ocasiones, y también
por el problema del drama migratorio.
En este sentido, Renzi ha
vuelto hoy a criticar el "egoísmo continental" en asuntos como la
gestión de la crisis migratoria y ha pedido a los países miembros que
asuman sus responsabilidades.
"Si la UE quiere bajar el gasto
destinado a la inmigración en Italia, nosotros reducimos el gasto. Que
abran sus fronteras y nosotros disminuimos el gasto", dijo, según los
medios locales.
Italia obtuvo en mayo pasado una concesión de la
CE "de máxima flexibilidad" sobre el déficit de 2016 que le ha permitido
gastar 19.000 millones de euros más este año.
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