BRUSELAS.- El Parlamento Europeo (PE) respaldó hoy la
propuesta de la Comisión Europea (CE) para que un Estado miembro en
situación de emergencia energética pueda recurrir a otros países
comunitarios para aprovisionarse de gas a través de un mecanismo
trasnacional de solidaridad.
La CE presentó el pasado
febrero una serie de medidas para garantizar la seguridad del
suministro de gas en la UE y reducir la dependencia energética, sobre
todo de Rusia, entre las que destacan planes de contingencia por
regiones y el control de contratos comerciales e intergubernamentales
por parte de Bruselas.
La comisión de Energía del PE validó así ese mecanismo
de solidaridad, que deberá ahora ser negociado con el Consejo (los
países), de forma que los Estados miembros podrán recibir gas de otros
países UE para "proteger a los consumidores" en caso de riesgo de
penuria energética que no pueda ser solventado con planes de
contingencia regional.
"La solidaridad no es un
eslogan vacío: es una obligación, consagrada ahora en una ley. No
podemos confiar en la buena disposición y los esquemas voluntarios si se
corta el suministro de gas de un Estado miembro", resumió el presidente
de la comisión europarlamentaria, Jerzy Buzek.
El
proyecto legislativo prevé la creación de siete "regiones de
cooperación" conectadas por "corredores de abastecimiento" de gas de la
UE.
Dentro de esas siete regiones, más Chipre y
Malta, España se integraría en el denominado grupo "Norte-Sur de Europa
occidental", formado además por Bélgica, Francia, Luxemburgo, Holanda y
Portugal.
Los miembros del Parlamento Europeo
subrayaron que ese mecanismo de solidaridad debe de ser "el último
recurso" y que debe contemplar compensaciones apropiadas para mitigar
las consecuencias que pueda acarrear en los mercados.
Si bien la Comisión Europea subrayó cuando presentó su propuesta que
esta no señalaba directamente a Moscú, algunas de sus medidas apuntan
directamente a Rusia y a su consorcio gasístico Gazprom.
El proyecto de la CE emana de las crisis del gas de 2006 y 2009, que
dejaron sin calefacción a millones de personas, y de las pruebas de
resistencia realizadas en 2014.
El comisario de
Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, señaló entonces que
los países de la Unión Europea son aún "demasiado vulnerables ante
interrupciones prolongadas del suministro de gas".
En
una pieza legislativa separada, la comisión de Energía de la Eurocámara
aprobó también que se obligue a los Estados miembros a notificar al
Ejecutivo comunitario las negociaciones de suministro energético que
entablen con terceros países fuera de la Unión, informó el Parlamento
Europeo.
Los Estados miembros deben incluir a la CE
en los preparativos de las negociaciones para contratos de "compra,
comercio, venta, tránsito, almacenamiento o aprovisionamiento de
energía", para que Bruselas disponga de una "visión general" del mercado
interno de la energía y que garantice el respeto de las reglas
comunitarias.
Esto incluye la "construcción o gestión
de la infraestructura energética conectada con al menos un Estado
miembro de la UE", lo que no debería restringir la libertad de los
países de la Unión para negociar.
Afectaría a
proyectos como el de Nord Stream II, con el que Rusia quiere duplicar la
capacidad de su gasoducto a Alemania y que genera reticencias entre los
Veintiocho.
El espíritu del legislador es que la CE
desempeñe un papel de "consejera" de las capitales para garantizar que
se respeta la legislación comunitaria, aunque se prevé que Bruselas
pueda actuar si detecta que uno de esos contratos puede perjudicar a las
medidas para garantizar un aprovisionamiento gasístico de la primera
parte de la propuesta.
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