BRUSELAS.- Los límites de producción
de azúcar desaparecerán a partir de octubre de 2017 en la Unión Europea
(UE), que busca limitar los riesgos en un sector ampliamente
reestructurado en Europa y dominado a nivel mundial por Brasil.
La
abolición de las cuotas, anunciada hace años, se "preparó
cuidadosamente", dijo el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan,
máxime cuando el contexto actual de crisis agrícolas obliga a la UE a
redoblar su prudencia.
El mercado mundial de la leche,
por ejemplo, se enfrenta a una situación de sobreproducción, 18 meses
después de la eliminación de las cuotas europeas.
Para evitar escenarios
similares, un grupo de expertos nacionales se reunió a mediados de
octubre con el "grupo de diálogo civil", que reúne a las diferentes
partes del sector azucarero. El Ejecutivo europeo realiza además un
"mayor seguimiento" de los mercados.
"Hemos aprovechado
el período anterior al final de las cuotas para prepararnos en el plano
agrícola, industrial y comercial", explicó Gérard Benedetti,
director de comunicación de Tereos, primera empresa francesa del sector.
La
Política Agrícola Común (PAC) europea, que se aplica a los 28 países
del bloque, establece actualmente una cuota de producción de azúcar de
13,5 millones de toneladas anuales.
Con la eliminación de
este límite, también desaparecerá el concepto de producción "fuera de
cuota", destinada a la fabricación de biocombustible u otros productos
industriales no alimentarios y a la exportación hasta un techo de 1,374
millones de toneladas fijado por la Organización Mundial del Comercio
(OMC).
Según fuentes concordantes, los fabricantes de la
UE podrán con la eliminación de las cuotas aumentar su producción un
20%, en un momento en que varias azucareras europeas no funcionan a
pleno rendimiento.
En 2006, una importante reforma transformó el sector con el objetivo de mejorar la competitividad de los actores.
En
dos años, 83 fábricas cerraron sus puertas, es decir, el 40% de las
azucareras europeas, según el Comité Europeo de Fabricantes de Azúcar
(CEFS).
Francia y Alemania representan casi la mitad de
la producción europea (un 24% cada una), por delante de Polonia (11%) y
Reino Unido (8%).
Los trabajos llevados a cabo por la
Comisión de cara a la abolición de las cuotas deberían permitir que los
productores puedan "sobrevivir en un contexto de precios menos
elevados", explicó una fuente del Ejecutivo comunitario.
"Europa,
que es actualmente un importador neto, se convertirá en un exportador
neto", estima Gérard Benedetti, quien avanza una producción europea de
18 o 19 toneladas anuales.
El analista de Kingsman-Platts
S&P Global, Claudiu Covrig, apuesta en cambio por un producción
anual de 16 toneladas, ya que la conquista de nuevos mercados por parte
de la UE se presenta "complicada", como en Oriente Medio y el norte de
África.
Para la directora de CEFS, Marie-Christine
Ribera, la parte positiva es que las empresas europeas "recuperarán su
libertad de exportar", pero "la UE tiene que defender los intereses del
sector del azúcar", advierte.
"La UE tendría que tener en
cuenta las subvenciones acordadas a nuestros principales competidores",
señala Ribera, que cita un estudio de la American Sugar Alliance según
el cual las ayudas al sector del azúcar y del etanol en Brasil rondarían
los 2.500 millones de dólares anuales.
Con unas 35
toneladas anuales actualmente, Brasil es el principal productor de
azúcar, por delante de India (27) y la Unión Europea.
Aunque
el final de las cuotas en el bloque europeo podría hacer que, según la
fuente del Ejecutivo comunitario, Irlanda, Portugal o Eslovenia
recuperaran su producción de remolacha azucarera, algunos productores en
Italia temen no sobrevivir con este cambio.
El azúcar
será la última cuota europea en desaparecer, "una página que se pasa",
según Ribera, y símbolo de una nueva PAC orientada hacia los mercados.
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