BRUSELAS.- La espinosa cuestión de la deuda griega centrará el lunes la reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro, aunque no se espera un acuerdo por la oposición de Alemania a realizar concesiones a Grecia meses antes de las cruciales elecciones legislativas germanas.
"El
Eurogrupo podría no ser concluyente", reconoció el jueves el comisario
europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, quien días antes en
Atenas se había mostrado optimista sobre "un acuerdo global antes de
final de año", también en el tema de la deuda.
En Abu
Dabi, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y el presidente
francés, François Hollande, exigieron el sábado la adopción antes de
finales de año de medidas de alivio de la deuda griega, que se sitúa en
torno al 180% de su PIB, unos 315 millones de euros.
Desde 2010, Grecia está
sumida en un rescate financiero a cambio de duras reformas reclamadas
por sus acreedores -la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, el FMI rechaza participar en el vigente tercer plan de
ayuda si los europeos no abordan una reducción de la deuda griega.
Este
planteamiento choca de plano con la posición defendida por el ministro
alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, para quien Grecia puede
recuperarse si aplica las reformas reclamadas y alcanza un objetivo de
excedente primario (excluyendo los intereses de la deuda) del 3,5% en
2018.
Para la institución financiera internacional con
sede en Washington, este objetivo "irreal" podría alcanzarse si los
griegos adoptan nuevas medidas de rigor, incluso después del fin del
programa de ayuda en 2018, una opción rechazada por Atenas el jueves.
Una
propuesta en esta línea podría provocar que Grecia abandonara la mesa
de negociación, señala una fuente europea cercana a las negociaciones,
lo que abriría la puerta a otra reunión de los ministros en diciembre.
La
situación financiera griega protagonizó en los últimos años largas
reuniones de crisis de los responsables de Finanzas. Ahora, el objetivo
es en cambio "desdramatizar" la cuestión griega, indicó una fuente
diplomática, descartando un nuevo encuentro en 2016.
El
contexto no invita a añadir una nueva crisis en la Unión Europea, un día
después de un referéndum constitucional en Italia, cuyo resultado
podría sacudir los mercados financieros, y meses antes de elecciones
legislativas cruciales en Holanda, Francia y Alemania en un momento de
auge ultraderechista.
Para evitar una nueva crisis, los
griegos podrían aceptar esfuerzos adicionales a cambio de discusiones
sobre su deuda. E, incluso, los ministros podrían "plantear" medidas de
alivio de la deuda más importantes para 2018, espera Moscovici.
- Advertencias a la Comisión -
El
alivio de la deuda griega no será el único tema controvertido. La
propuesta de la Comisión Europea de aumentar el gasto público en un 0,5%
del PIB en la Eurozona provocó el rechazo especialmente de Alemania y
Holanda, los dos únicos países en medida de llevarlo a cabo.
Tras
años de una impopular política de austeridad, que impulsó el
sentimiento antieuropeo en el bloque, el objetivo de Moscovici es
estimular el crecimiento en la zona euro en su conjunto.
"El
papel de la Comisión es evaluar si los presupuestos (...) de cada uno
de los países corresponden a las reglas" europeas, advirtió en el
parlamento alemán el ministro Wolfgang Schäuble,
En la
misma línea, para su homólogo holandés y presidente del Eurogrupo,
Jeroen Dijsselbloem, "corresponde a cada Estado decidir qué hace con su
margen presupuestario".
Según una fuente diplomática, la
propuesta del ejecutivo comunitario busca entender la "zona euro como un
conjunto", en la línea de los principios de la Unión Monetaria.
Aunque
los diferentes gobiernos nacionales son los encargados de fijar su
política fiscal, estas deberían ser "coordinadas" entre los 19 países
del euro, añadió.
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