Los ingleses dijeron no a la UE, los americanos a Hillary, los
colombianos al acuerdo con las FAR y ahora los italianos acaban de decir
‘no’ a Renzi y su reforma constitucional en un referéndum con el que en
la práctica buscaba un presidencialismo unicameral, eliminando al
Senado, con el argumento -que la oposición tildó de cesarismo- de
garantizar la estabilidad del gobierno de la nación.
Pero los italianos le han dicho ‘no’ de manera abrumadora con casi el
60 % de los votos, por lo que Matteo Renzi ha anunciado su dimisión
como lo prometió y el país entra así en periodo preelectoral pendiente
de cualquier iniciativa que adopten los vencedores del ‘no’.
Y en cierta manera, los italianos también le han dado la espalda a la
Unión Europea porque los partidos de la oposición que defendían el ‘no’
se han declarado en contra del euro, la moneda única a la que todos
culpan de la austeridad y los ajustes fiscales impuestos por Angela
Merkel en Europa. Y hoy veremos qué efecto tiene todo ello este lunes en
los mercados y especialmente en Italia (y en su prima de riesgo) que
además sufre una crisis bancaria.
Y menos mal que en las elecciones presidenciales de Austria el
candidato progresista de ‘los verdes’ Alexander Van Der Bellen ha
derrotado al ultranacionalista y euroescéptico del FPO Norbert Hofer.
Algo es algo en esta acelerada y preocupante Europa que tiene el Brexit
inglés sobre su cabeza mientras desde la otra orilla del Atlántico no
cesan de llegar los alaridos de un Donald Trump populista y nacionalista
que insiste en levantar muros y cerrar fronteras comerciales.
La derrota de Renzi y de su referéndum abre en Italia un tiempo
electoral y de clara inestabilidad política por causa de la fuerza del
populista Movimiento Cinco Estrellas de Beppe Grillo, que aparece en los
sondeos como primer partido de Italia, y por la reaparición, cual momia
recauchutada, de Silvio Berlusconi en la compañía de los separatistas
de la Liga del Norte en la Padania.
Así, lo del populismo de izquierdas en Grecia o el triunfo de Alexis
Tsypras en Atenas se puede repetir pronto en Roma con este nuevo
populismo ‘a la italiana’, pero en un país importante que es la tercera
economía de la UE. De manera que lo que pase en Italia va a contagiar e
toda Europa y España ahí incluida. Y ya veremos qué ocurre en unos pocos
meses con las elecciones presidenciales de Francia, de las que se
retira François Hollande para no perder ante el duelo inevitable entre
Fillon y Le Pen. Y veremos también lo que ocurre en este 2017 en los
comicios legislativos de Alemania en los que Merkel se presenta por
cuarta vez pero en este caso sometida a la presión de una extrema
derecha nacionalista que no cesa de crecer.
En los últimos 70 años que los italianos llevan de democracia han
tenido 63 gobiernos y pronto llegarán al 64. Casi un gobierno por año de
media y hubo años enteros sin gobierno. De manera que esta crisis no
constituye tampoco una novedad para un país acostumbrado a estos
vaivenes. Sin embargo, si todo esto conduce a una ruptura con la UE -se
empieza a hablar del Brexit y del Italexit’- eso sería una catástrofe
para Italia y para Europa.
(*) Periodista
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