BUCAREST.-
El Gobierno socialdemócrata rumano celebrará este domingo una
sesión extraordinaria para retirar el polémico decreto ley que
despenalizaba ciertos delitos de corrupción, y cuya aprobación ha
generado la mayor oleada de protestas en el país balcánico desde la
caída del comunismo en 1989.
Pese
al anuncio de la derogación, hay convocada otra manifestación que se
prevé que se convierta en la más importante de la historia democrática
del país, superando a las 330.000 personas que salieron a la calle el
sábado por la noche entre gritos de "ladrones" y "traidores".
Decenas
de estudiantes de Cluj-Napoca, la segunda ciudad más grande de Rumanía,
han llegado este domingo a Bucarest para unirse a las protestas.
"Vamos
a celebrar una sesión de Gobierno extraordinaria para derogar el
decreto", dijo ayer el primer ministro socialdemócrata, Sorin Grindeanu,
en una declaración a los medios.
El jefe del Ejecutivo aseguró
que no quiere que la sociedad rumana se divida y añadió que negociará
con la oposición un nuevo proyecto de ley que cuente con el máximo
respaldo posible.
El martes pasado el
Gobierno aprobó por vía de urgencia un decreto ley que despenaliza los
casos de corrupción si causan pérdidas al Estado menores a 44.000 euros.
Esta
modificación penal iba a acompañada de un indulto a 2.700 presos por
delitos menores, también por corrupción, y que el Ejecutivo justificó
por la necesidad de vaciar las abarrotadas cárceles rumanas.
La
oposición, el presidente Klaus Iohannis, la magistratura, la Fiscalía
Anticorrupción, la Comisión Europea y países como Alemania y Francia
criticaron duramente el decreto.
El Partido Socialdemócrata
venció de forma holgada en las elecciones del pasado diciembre con el 45
% de los votos, pero el polémico decreto no estaba incluido dentro de
su programa electoral.
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