BUCAREST.- El Gobierno socialdemócrata de Rumanía ha derogado hoy oficialmente, en
una reunión extraordinaria, el polémico decreto ley que despenalizaba
algunos casos de corrupción y cuya adopción desató la mayor oleada de protestas en el país balcánico desde la caída del comunismo en 1989.
El decreto de derogación entrará en vigor en cuanto se
publique en las próximos horas en el Boletín Oficial, indicaron fuentes
gubernamentales a la agencia Mediafax. El primer ministro rumano, Sorin
Grindeanu, anunció ayer que el Ejecutivo retiraba la medida porque no
quería "dividir Rumanía en dos" y prometió trabajar con la oposición
para redactar un proyecto de ley que cuente con el máximo consenso
posible.
Frente a la sede del Gobierno se han reunido ya más de mil
personas -cifra que se espera que aumente en las próximas horas- que
piden la dimisión del Gobierno, pese a la retirada de la polémica
medida.
"Queremos que dejen de aprobar cualquier ley que les beneficie,
no nos conformamos con la retirada del decreto", dijo Ciprian
Todita, un informático de 34 años.
Pese a la derogación, hay convocada para esta noche una
nueva manifestación por sexto día consecutivo que puede convertirse en
la más multitudinaria hasta ahora, superando las 330.000 personas que
salieron anoche a las calles de las principales ciudades del país al
grito de "ladrones" y "traidores".
Decenas de estudiantes de Cluj-Napoca, la segunda ciudad más
grande de Rumanía, llegaron hoy a la capital para unirse a las
protestas. El martes pasado el Gobierno aprobó por vía de urgencia un
decreto ley que despenalizaba los casos de corrupción si causaban pérdidas al Estado por debajo de 44.000 euros.
Esta modificación penal iba a acompañada de un indulto a
2.700 presos por delitos menores, también por corrupción, y que el
Ejecutivo justificó por la necesidad de vaciar las abarrotadas cárceles
rumanas. La oposición, el presidente del país, Klaus Iohannis, la
magistratura, la Fiscalía Anticorrupción, la Comisión Europea y países
como Alemania y Francia criticaron duramente el decreto.
El Partido Socialdemócrata (PSD) venció de forma holgada en
los comicios del pasado diciembre con el 45% de los votos, pero el
polémico decreto no estaba incluido en su programa electoral.
Uno de los beneficiados de la polémica medida habría sido el
líder del PSD, Liviu Dragnea, que no hubiera respondido ante un
tribunal por un caso de corrupción con un daño para el Estado valorado
en 24.000 euros.
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