DAMASCO.- Más de 330.000 personas,
de las que 100.000 eran civiles, murieron desde el comienzo de la guerra
en Siria en 2011, según un nuevo balance publicado el domingo por el
Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
"El Observatorio
pudo documentar la muerte de 331.765 personas en territorio sirio,
incluyendo 99.617 civiles, en el periodo que abarca desde el 15 de marzo
de 2011 al 15 de julio de 2017", declaró el director de la
organización, Rami Abdel Rahman.
Entre los civiles muertos figuran "18.243 niños y 11.427 mujeres", agregó.
El último balance del OSDH, publicado el 13 de marzo, daba cuenta de 320.000 muertos, 96.000 de los cuales, civiles.
Según
la misma fuente, 116.774 miembros o apoyos de las fuerzas del régimen
sirio fueron abatidos, de los que 61.808 eran soldados sirios y 1.480,
miembros del Hezbolá libanés.
Además, alrededor de 57.000
combatientes de las facciones rebeldes y de las Fuerzas Democráticas
Sirias (FDS) -una alianza kurdoárabe apoyada por Washington- perdieron
la vida.
Entre los fallecidos también se encuentran más de 58.000 combatientes
de la antigua rama de Al Qaida, del grupo yihadista Estado Islámico
(EI) y combatientes extranjeros de otros grupos.
El conflicto
sirio, que comenzó en marzo de 2011 a raíz de unas manifestaciones
pacíficas que el régimen del presidente sirio Bashar Al Asad reprimió a
sangre y fuego, se ha convertido en una guerra sangrienta que ha forzado
más de la mitad de la población a abandonar sus hogares y que ha
comportado destrucciones masivas.
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