BRUSELAS.- La
 directora general de la patronal británica CBI, Carolyn Fairbairn, 
urgió hoy a llegar en octubre o noviembre a un acuerdo de transición que
 dé tiempo a las compañías para adaptarse a la nueva relación entre la 
Unión Europea y Reino Unido una vez se consume el "brexit".
"Nuestra
 recomendación es que se cierre rápido un acuerdo de transición sujeto a
 alcanzar un esquema de las cláusulas esenciales del acuerdo (sobre la 
futura relación) a finales de marzo" de 2019, dijo Fairbairn en un 
encuentro con varios medios de comunicación en Bruselas.
Fairbairn
 señaló que "octubre o noviembre" de este año "sería el momento 
adecuado" para sellar este acuerdo desde el punto de vista de las 
empresas.
La
 idea es que para el 29 de marzo de 2019, fecha prevista para el fin de 
las negociaciones del "brexit", se conozca al menos la "forma general" 
de acuerdo que regirá la relación futura entre el Reino Unido y la UE y 
que el periodo de transición permita a las empresas a uno y otro lado 
del Canal de la Mancha adaptarse a los cambios antes de que este entre 
definitivamente en vigor, explicó.
Para
 la Confederación de la Industria Británica (CBI) lo ideal sería que 
durante el periodo de transición la empresas británicas siguiesen 
teniendo acceso al mercado interior y la unión aduanera europeas o, en 
su defecto, que la situación fuese lo más "idéntica" posible a la actual
 para limitar la incertidumbre.
"Conforme
 avanza el reloj hacia el 29 de marzo, nuestros miembros están cada vez 
más preocupados por el riesgo de que no haya acuerdo o de un salto al 
vacío", afirmó Fairbairn, quien insistió en que la ausencia de un pacto 
sería "tremendamente perjudicial" para ambas partes.
La
 patronal confía en que Bruselas y Londres sean capaces de conseguir 
hasta otoño "progresos suficientes" en materia de derechos de los 
ciudadanos británicos en la UE y comunitarios en Reino Unido, del 
acuerdo financiero de salida y sobre Irlanda del Norte, una condición 
indispensable para empezar a debatir sobre la futura relación.
"Nos
 ha animado que haya una oferta sobre ciudadanos sobre la mesa y una 
conversación adecuada sobre ella, que está habiendo diálogo", dijo 
Fairbairn en referencia a la segunda ronda de negociación entre ambas 
partes que se celebró la semana pasada en Bruselas.
Además,
 apunta que tras las elecciones en Reino Unido, el Gobierno muestra 
"mucha más voluntad" de cooperar con las empresas y es "mucho menos" 
políticamente sensible proponer un acuerdo de transición, algo que era 
"muy difícil" hace seis meses.
Fairbairn
 advirtió de que en otoño empezarán a notarse más los efectos del 
"brexit" sobre la economía, tanto en Reino Unido como en la UE, y 
subrayó que las empresas ya están retrasando decisiones de inversión.
Muchas
 firmas, especialmente las financieras, ya están elaborando planes de 
contingencia, algo que se incrementará a principios de 2018, mientras 
"preocupa" especialmente la situación de las pymes, que tienen más 
dificultades para planificar.
"La transición sería muy útil porque eliminaría toda esta urgencia", dijo Fairbairn.
De
 cara al futuro, abogó por que la UE y Reino Unido sellen un "amplio" 
acuerdo de libre comercio "a medida", dado que la relación que mantienen
 hoy ambas partes va más lejos de lo que ofrece cualquier acuerdo 
comercial sellado con un tercer país.
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