RÍO DE JANEIRO.- El
Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (Mapa) de Brasil
suspendió hoy preventivamente las exportaciones de aves a la Unión
Europea de diez plantas brasileñas vinculados al gigante cárnico BRF, el
mayor exportador de pollo del mundo.
Las
plantas afectadas por la medida fueron blanco de una operación policial
el mes pasado tras descubrirse una red que permitía que sus productos
fueran aprobados sin pasar por la fiscalización sanitaria.
Según
información suministrada por el ministerio, una misión técnica viajará
próximamente a la Unión Europea para brindar todas las aclaraciones que
sean necesarias y, tan pronto se solucionen las inquietudes, los
frigoríficos serán reabiertos.
La
BRF informó a sus accionistas sobre la medida a través de un comunicado
y explicó que todos los productos que ya fueron colocados en la Unión
Europea, así como aquellos que fueron producidos y embarcados antes del
16 de marzo, "pueden ser comercializados y utilizados sin
restricciones".
La
compañía dijo que mantiene "intensa interlocución" con las autoridades
locales e internacionales para aclarar cualquier duda sobre la calidad y
seguridad de sus productos y para preservar la relación comercial con
sus clientes y consumidores.
En
relación con la medida del Mapa, la Asociación Brasileña de Proteína
Animal (ABPA), que representa la avicultura y la porcicultura de Brasil,
dijo confiar en una "efectiva e inmediata solución" del Ministerio para
la reanudación de las exportaciones.
Según
la ABPA, es importante aclarar que la medida se debe a "divergencias
sobre criterios de clasificación de productos exportados en lo que se
refiere a la Salmonella spp que, en términos prácticos, no trae riesgo a
la salud pública".
A
comienzos de marzo, autoridades brasileñas desmontaron una organización
que le permitía al gigante cárnico BRF adulterar la fiscalización de la
calidad de sus productos.
Las
investigaciones revelaron que cinco laboratorios privados acreditados
por el ministerio de Agricultura ofrecían resultados fraudulentos de los
exámenes de calidad que se hacían a las muestras de alimentos.
Los
fraudes tenían la complicidad de ejecutivos de BRF y empleados del
cuerpo técnico, y de profesionales responsables por el control de la
calidad de los productos de la empresa.
Según
el Sindicato Nacional de Fiscales del Ministerio de Agricultura, el
objetivo principal del fraude era esconder la presencia en los alimentos
inspeccionados de resultados positivos para el grupo de bacterias
Salmonella.
El
operativo que desmanteló el fraude hace parte de la tercera fase en la
llamada Operación Carne Fraca (Carne Débil), realizada por la Policía
Federal en marzo del año pasado y que destapó una mafia integrada por
fiscales del propio Ministerio de Agricultura que igualmente adulteraba
resultados de inspecciones de alimentos.
El
escándalo de entonces llevó a países como China, Corea del Sur, Chile,
Hong Kong, Japón, Suiza, México, Sudáfrica y la Unión Europea (UE) a
anunciar restricciones temporales a las importaciones de carnes
brasileñas, que en su mayoría ya fueron levantadas, y provocó
millonarias pérdidas a importantes exportadoras brasileñas de alimentos.
Las
exportaciones de carnes a cerca de 150 países, que en 2016 rindieron a
Brasil cerca de 12.000 millones de dólares, representaron entonces cerca
del 7 % de las ventas externas del país.
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