BRUSELAS.- Los problemas se acumulan sobre la mesa de trabajo de Pierre Moscovici, comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros. A las preocupaciones por la reforma del euro, la solución de la crisis griega o la lucha contra la elusión fiscal de algunas grandes firmas tecnológicas se suma ahora el enfrentamiento abierto con la Administración Trump después de que impusiera aranceles al acero y al aluminio. "Todos pensamos que las guerras comerciales son malas, nadie gana y todo el mundo pierde", señala Moscovici.
La prioridad en Bruselas sigue
siendo encontrar una solución dialogada que evite que la UE se vea
afectada por unas medidas que entrarán en vigor ya la próxima semana.
Pero el comisario avisa: "Si no encontramos una solución mediante el
diálogo, tendremos que actuar".
La reunión celebrada esta semana ha
servido para que la Comisión Europea consensúe con los ministros de
Economía de la UE las "contramedidas" con las que responderá a la subida
arancelaria de Trump. Y Moscovici destaca que todos están de acuerdo en
que "no la podemos aceptar, debemos dar una respuesta firme,
proporcionada y unánime".
Según explica, en Bruselas ya se ha
confeccionado "una lista de productos" exportados por Estados Unidos a
los que se podrían retirar las facilidades de acceso al mercado europeo.
Se trata de productos industriales, acero, zumo de naranja, crema de
cacahuete o bourbon; sobre los que se podría aplicar un arancel de hasta
el 25%.
Contra la elusión fiscal
Una de
las prioridades de Moscovici para el último año de su mandato es la
lucha contra la evasión y la elusión fiscal de algunas multinacionales,
sobre todo los nuevos gigantes del entorno digital. Se trata, enfatiza,
de "un asunto de importancia mundial, del que están pendientes
ciudadanos y empresas".
El último Ecofin supuso un nuevo paso
adelante al establecer la obligación de que los asesores fiscales
informen a los Estados sobre las acciones sospechosas de las empresas.
Este acuerdo se ha alcanzado en un tiempo récord, lo que según el
comisario de Asuntos Económicos muestra que existe una "voluntad
política" que pide que se traslade al resto de medidas impulsadas desde
la Comisión.
El próximo paso será una propuesta para mejorar la
fiscalidad sobre los beneficios de las empresas digitales, que el propio
Moscovici presentará "el próximo miércoles", según revela en el
transcurso del encuentro.
En esta iniciativa se establecerán criterios
para medir la actividad de estas compañías en cada país, para evitar que
declaren la mayoría de sus beneficios en los Estados con una fiscalidad
favorable. Esto perjudicaría a algunos socios contientales como
Irlanda, a cuyo Gobierno el comisario francés reclama "una actitud más
cooperativa de lo que se espera".
Esta mensaje refleja el fuerte
debate que existe dentro de la UE para que algunos Estados adopten
políticas fiscales más agresivas. El dirigente comunitario destaca que
todos los actores de la economía, incluidas las grandes empresas
industriales y tecnológicas, están de acuerdo en que establecer una
"base común del Impuesto de Sociedades es una medida estructural para
tener un sistema impositivo para las empresas propio del siglo XXI".
Según explica, el marco actual "está diseñado para una economía que ya
no existe, de ámbito nacional e industrializada".
El comisario
francés también lamenta la falta de "voluntad política" para la puesta
en marcha del impuesto sobre las transacciones financieras. "Esta tasa
se puede aprobar ya si los ministros quieren, pues todo el trabajo
técnico está hecho", indica.
También reclama a los Estados
miembros que "definan sus sanciones" contra los países que están en la
lista negra de paraísos fiscales.
Aunque "estar en la lista ya les lleva
a adoptar algunos compromisos", la Comisión Europea quiere "aumentar la
presión" con penalizaciones que debe definir cada país.
Futuro de Grecia
Más
optimista es su mensaje sobre el futuro de Grecia. Moscovici cree que
la finalización del tercer programa de rescate el próximo verano
permitirá "pasar página tras un doloroso capítulo, iniciando la historia
de Grecia como un miembro estable y próspero de la eurozona". Descarta
un nuevo programa de rescate -"ni lo queremos ni lo necesitamos"- e
indica que las instituciones europeas pasarán a adoptar un rol de
vigilancia que permitirá a los griegos diseñar "su propia estrategia de
crecimiento".
La decisión sobre final del rescate y el diseño de
este programa posterior se tomará en el Eurogrupo del próximo 20 de
junio, donde también se debatirá la reestructuración de la deuda griega.
Moscovici defiende medidas para vincular "la devolución de la deuda
griega con el crecimiento de su economía", no se manifiesta sobre si
será necesaria una quita de deuda como la que reclama el FMI.
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