LONDRES.- Boris Johnson, acérrimo defensor del Brexit, instó a la primera ministra
británica Theresa May a retirar su propuesta para la salida de Reino
Unido de la UE, aumentando la presión sobre la dirigente mientras se
prepara para afrontar la división en su partido en el congreso anual de
la próxima semana.
A tan sólo seis meses antes del 29 de marzo de 2019, fecha en que
está prevista la salida de Reino Unido de la Unión Europea, hay mucho
que aclarar: May todavía debe cerrar el acuerdo de divorcio con la UE y
los rebeldes de su partido han amenazado con votar en contra de
cualquier acuerdo que proponga.
Sumada a esta incertidumbre, una
encuesta publicada el viernes mostraba que los británicos votarían ahora
a favor de quedarse dentro de la UE con un 52 por ciento de los votos
frente a un 48 en contra, si hubiera un segundo referéndum del Brexit.
May ha descartado un segundo referéndum en reiteradas ocasiones.
Johnson,
el favorito según las apuestas para suceder a May, dijo que los planes
de la primera ministra sobre el Brexit dejarían a Reino Unido
parcialmente dentro de la comunidad a la que se unió en 1973 y en un
efectivo “vasallaje forzoso”.
“Este
es el momento de cambiar el curso de las negociaciones y de hacer
justicia a las ambiciones y el potencial del Brexit”, dijo Johnson, que
dimitió en julio de su cargo de ministro de Exteriores por las
propuestas de May para el divorcio británico, informaba el viernes el
Daily Telegraph.
Con el título “Mi plan para un Brexit mejor”,
Johnson pedía un “acuerdo de libre comercio del tipo ‘Super Canadá’”.
Señaló que el apoyo de la UE a las propuestas para Irlanda del Norte -
que regularían la provincia gobernada por Reino Unido, pero que
permanecería dentro de la unión aduanera de la UE aunque el resto de
Reino Unido se fuera - podían equipararse a la anexión económica de una
parte del país.
El plan de Johns obtuvo el apoyo de algunos
rebeldes del partido de May, como el diputado conservador Jacob
Rees-Mogg, que está presionando para lograr una ruptura más profunda con
la UE.
“Esta es una oportunidad para que Reino Unido sea más
dinámico y más exitoso, y no deberíamos temer decirlo, y deberíamos
reconocer que es exactamente este potencial el que nuestros socios de la
UE quieren restringir”, escribió Johnson.
May, que votó a favor
de permanecer en la UE, está intentando cerrar un acuerdo con la UE
mientras lidia con una rebelión en su Partido Conservador, que se
reunirá en la ciudad británica de Birmingham el domingo para el congreso
anual del partido.
May ha afirmado en varias
ocasiones que sus propuestas para el Brexit son las únicas viables. El
cisma desde hace 30 años dentro de su partido con respecto a Europa
propició el hundimiento de sus predecesores conservadores, como Margaret
Thatcher, John Major y David Cameron.
Johnson, que dimitió en julio por discrepar con la propuesta gubernamental, desmonta el proyecto de May, conocido como "plan de Chequers", que prevé mantener una estrecha relación comercial con la UE.
Esta propuesta es "una humillación moral e intelectual", afirma, subrayando que además fue rechazada por los líderes europeos.
Para el controvertido político, al que se atribuyen intenciones de arrebatar a May el liderazgo del partido e incluso la jefatura del gobierno, esta propuesta "obligaría al Reino Unido a seguir aceptando las reglas, las regulaciones y los impuestos de la UE (...) sin poder opinar".
Por ello, el periodista, exministro y exalcalde de Londres aconseja "tirarla a la basura" y negociar en su lugar un "superacuerdo de libre comercio" como el CETA firmado entre Canadá y la UE en 2016.
Este eliminó una gran mayoría de aranceles a las importaciones y exportaciones entre las dos partes.
Johnson propone utilizar el periodo de transición tras el Brexit, previsto para el próximo 29 de marzo, para negociar y aplicar este tipo de acuerdo comercial.
Sobre la espinosa cuestión de la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda -país miembro de la UE-, el excanciller afirma que usando medios tecnológicos y desplazando los controles aduaneros lejos de la línea divisoria se podría evitar reinstaurar una frontera dura.
Tanto Londres como Bruselas se oponen a restablecer los controles fronterizos en la zona, por temor a amenazar el frágil acuerdo de paz en Irlanda del Norte, pero divergen sobre la forma de evitarlo.
Boris Johnson tomará el martes la palabra ante los militantes conservadores reunidos en su congreso anual en Birmingham, en el centro de Inglaterra, antes del discurso de May, que el miércoles clausurará el encuentro.
Johnson, que dimitió en julio por discrepar con la propuesta gubernamental, desmonta el proyecto de May, conocido como "plan de Chequers", que prevé mantener una estrecha relación comercial con la UE.
Esta propuesta es "una humillación moral e intelectual", afirma, subrayando que además fue rechazada por los líderes europeos.
Para el controvertido político, al que se atribuyen intenciones de arrebatar a May el liderazgo del partido e incluso la jefatura del gobierno, esta propuesta "obligaría al Reino Unido a seguir aceptando las reglas, las regulaciones y los impuestos de la UE (...) sin poder opinar".
Por ello, el periodista, exministro y exalcalde de Londres aconseja "tirarla a la basura" y negociar en su lugar un "superacuerdo de libre comercio" como el CETA firmado entre Canadá y la UE en 2016.
Este eliminó una gran mayoría de aranceles a las importaciones y exportaciones entre las dos partes.
Johnson propone utilizar el periodo de transición tras el Brexit, previsto para el próximo 29 de marzo, para negociar y aplicar este tipo de acuerdo comercial.
Sobre la espinosa cuestión de la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda -país miembro de la UE-, el excanciller afirma que usando medios tecnológicos y desplazando los controles aduaneros lejos de la línea divisoria se podría evitar reinstaurar una frontera dura.
Tanto Londres como Bruselas se oponen a restablecer los controles fronterizos en la zona, por temor a amenazar el frágil acuerdo de paz en Irlanda del Norte, pero divergen sobre la forma de evitarlo.
Boris Johnson tomará el martes la palabra ante los militantes conservadores reunidos en su congreso anual en Birmingham, en el centro de Inglaterra, antes del discurso de May, que el miércoles clausurará el encuentro.
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