PARÍS.- La explotación ilícita de
recursos naturales es la primera fuente de financiación de las mafias
internacionales y los grupos terroristas, revela un informe
internacional publicado este miércoles.
"Los conflictos y el
terrorismo están siendo financiados en proporciones sin precedentes por
el crimen organizado transnacional y los ingresos ilícitos obtenidos de
la explotación de los recursos naturales", afirma el informe bautizado
"Atlas mundial de los flujos financieros ilícitos".
Según los cálculos establecidos por sus autores, expertos
de Interpol y de dos oenegés, Global initiative against transnational
organized crime y la noruega RHIPTO, la explotación y venta ilegal de
recursos naturales por parte de bandas criminales o grupos armados
alcanzaría los 31.000 millones de dólares por año.
La explotación
ilícita de recursos naturales, como el oro, los diamantes, el petróleo y
hasta animales salvajes representa un 38% de los ingresos de los grupos
armados enrolados en conflictos.
Le sigue el tráfico de drogas
(28%), la recolección de impuestos ilegales, extorsiones y robos (26%),
las donaciones exteriores (3%) y los pagos de rescates por secuestros
(3%).
Se estima por ejemplo que en 2017 los talibanes afganos
percibieron entre 75 y 95 millones de dólares gracias al tráfico de
drogas y la explotación de tierras ricas en recursos.
Asimismo,
según cifras de 2017, el grupo Estado Islámico tendría, gracias a la
explotación ilícita de recursos naturales o la imposición ilegal de
impuestos, ingresos de alrededor 10 millones de dólares por mes.
"Esta
cifra era de entre 549 millones y 1.600 millones en 2014, pero queda
claro que el grupo ha amasado reservas considerables, de una cantidad
desconocida", estiman los autores del informe.
En
Somalia, los islamistas radicales shebab, vinculados a Al Qaida,
obtienen 10 millones de dólares por año de un impuestos ilícito al
carbón vegetal, "el oro negro africano".
Pero además "cobran
impuestos por todo", aseguran los autores del informe, que citan como
ejemplo el suministro de agua potable o el zakat, el impuesto islámico.
"Tienen personas encargadas de recolectar los impuestos, a los que se
les reconoce por sus uniformes".
"Para prevenir o resolver
conflictos, es crucial luchar contra el crimen organizado", estima
Christian Nellemann, Norwegian center for global analyses (RHIPTO).
"A
menudo los grupos criminales, algunos de los cuales están estrechamente
vinculados a las élites políticas locales, tienen interés en continuar
la lucha armada para garantizar su control sobre los recursos naturales y
las rutas de tráfico".
Las estimaciones sobre las ganancias de
diferentes tráficos ilícitos dan una idea de la gravedad de la
situación: 5.000 millones de dólares por el tráfico de migrantes de
zonas en guerra como Siria o Irak; 8.400 millones por las exportaciones
de cocaína de Colombia a Estados Unidos; 1.400 millones por las
exportaciones de opio afgano hacia Europa; 165 millones por las ventas
de marfil africano a Asia.
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