ROMA.- El
viceprimer ministro de Italia y líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi
Di Maio, uno de los pesos pesados del gobierno, defendió este
miércoles la aprobación de una ley de presupuestos "ambiciosa" para 2019
tras los desacuerdos con el ministerio de Economía.
"Confiamos
en el ministro (Giovanni) Tria, pero todos sabemos que dentro del
ministerio de Economía hay personas designadas por el gobierno anterior
que reman en contra de nosotros", aseguró Di Maio este miércoles a la
emisora Radio Capital.
Di
Maio exige la introducción del "salario de ciudadanía", un ingreso para
las franjas más pobres y para los jóvenes desempleados, una de las
mayores promesas electorales de la formación antisistema.
Di
Maio mantuvo el martes una larga reunión con los otros ministros del
M5E a los que anunció con tono duro, y hasta con puño sobre la mesa, que
el movimiento amenaza una crisis si la ley no incluye ese ingreso,
aseguraron fuentes de prensa.
"No es una amenaza, pero tengo que decir que el M5E votará un presupuesto que sea ambicioso", afirmó este miércoles.
Tria
confirmó horas más tarde que en la ley de presupuestos ha sido incluida
ese salario con el fin de "ayudar a gestionar las consecuencias
sociales de la transformación (del mundo) productivo".
Esa
renta básica, una suerte de subsidio, sería de unos 780 euros al mes y
tendría un costo para las finanzas públicas de alrededor 10.000 millones
de euros, según cálculos del M5E.
Varios medios calculan que la cifra es mucho más alta y que podría afectar el déficit del Estado.
El
otro aliado del gobierno, la derechista Liga, prometió por su parte la
introducción de un "impuesto único", un impuesto sobre la renta para
personas y empresas, limitada al 15% y 20%.
Las
dos fuerzas políticas también insisten en adelantar la edad de
jubilación mediante la adopción de la llamada "cuota de 100" (40 años de
trabajo y 60 de edad, por ejemplo), una novedad, que permitiría la
salida anticipada de numerosos trabajadores.
Todas
estas medidas cuestan decenas de miles de millones de euros al Estado,
por lo que Di Maio ha explicado que no se puede cambiar todo en el
primer año de gobierno.
"Pero el salario de ciudadanía debe iniciar el 1 de enero", advirtió.
"Somos
muy conscientes del equilibrio financiero y de la necesidad de mantener
las cuentas públicas en orden, pero no podemos preocuparnos sólo de los
números, hay que satisfacer primero las demandas de los ciudadanos",
explicó Di Maio.
El
ministro de Economía aseguró que quiere mantener el déficit por debajo
del 1,6% con respecto del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que Di
Maio considera que se puede llegar al 2%.
"No debería ser tabú", añadió.
"Estamos discutiendo sobre ello", contó el viceprimer ministro, quien también ejerce como ministro de Desarrollo Económico.
Sin
embargo, las instituciones europeas así como los mercados financieros
temen que Italia no cumpla con sus compromisos para limitar sus cuentas
públicas, debido a que es el segundo país de la UE con la mayor deuda
pública después de Grecia.
Los
países de la eurozona tienen que mantener el déficit presupuestario por
debajo del 3% del PIB, reducir la deuda al 60% del PIB y mantener la
sostenibilidad de sus finanzas públicas.
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