MOSCÚ.- El Banco Central de Rusia (BCR) subió hoy en 25 puntos básicos el tipo
de interés, del 7,25 al 7,5 %, en el primer alza de este indicador en
casi cuatro años, al que se ha visto obligado por la fuerte depreciación
que ha sufrido el rublo en los últimos meses.
La última vez que el regulador subió la tasa básica fue
en diciembre de 2014, en medio de un desplome histórico del rublo, y lo
hizo desde el 10,5 al 17 %, con la intención de frenar la depreciación
de la moneda nacional y paliar los riesgos de inflación.
Desde entonces y hasta ahora, el BCR ha ido bajando
gradualmente los tipos hasta llegar al 7,25 % a finales del pasado
marzo, una cifra por otra parte inusualmente baja en la historia de la
Rusia contemporánea.
La actual subida también
responde a la debilidad del rublo, que ha perdido casi la cuarta parte
de su valor precisamente desde el pasado marzo.
La
depreciación de la divisa rusa se aceleró desde comienzos del pasado
agosto, cuando Estados Unidos anunció sanciones contra Rusia por el
supuesto envenenamiento en el Reino Unido del exespía Serguéi Skripal y
su hija Yulia.
El anhelo del BCR es mantener el tipo
de interés en el entorno del 7 %, con el objetivo de animar el crédito y
facilitar el acceso de los ciudadanos a las hipotecas, pero la
condición es que la inflación no supere el 4 % anual, algo que se
consiguió el año pasado por primera vez desde la caída de la Unión
Soviética.
El pronóstico de la inflación para este
año era de entre 3,5 y 4 %, pero la caída del rublo hace prever que este
objetivo ya no podrá cumplirse.
El BCR revisó hoy al
alza su previsión y situó el dato de inflación en una horquilla entre
el 3,8 y el 4,2 % para este año, y entre el 5 y el 5,5 % para 2019.
Augura, sin embargo, que el dato de inflación empezará a mejorar a
partir de la segunda mitad del año que viene para volver al 4 % en la
primera mitad de 2020.
Por otro lado, el Consejo de
Gobierno del BCR reunido esta mañana argumentó que la depreciación del
rublo se debe a la creciente fuga de capitales del sector privado al
extranjero.
Entre enero y agosto de este año, Rusia
sufrió una fuga de capitales de 26.500 millones de dólares frente a los
9.600 millones de dólares en el mismo periodo de 2017.
Pese a todo, el regulador mantuvo su pronóstico para el crecimiento del
PIB en 2018, que dejó en una horquilla entre el 1,5 y el 2 %.
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