MADRID.- Población de varios países mediterráneos y del sur de Europa vive en hogares con privación material severa, es decir, que
carecen de determinados bienes y servicios o que no pueden satisfacer
necesidades financieras básicas, según el último 'Focus on Spanish
Society', editado por Funcas.
La
publicación pone de manifiesto para España las "significativas" diferencias
territoriales si se analiza esta tasa en las diferentes Comunidades
Autónomas. Así, mientras Navarra, Aragón, Castilla y León, Cantabria,
Galicia y La Rioja registraron en 2017 las tasas de privación severa más
bajas (inferiores al 3 por ciento), las más altas se verificaron en
Murcia (6,2%), Baleares (6,9%), Valencia (7,4%), Melilla (9,4%) e Islas
Canarias (13,6%).
La
publicación recalca que en 2007, España se encontraba entre los países
con menores tasas de privación severa de la Unión Europea, con un 3,5%
-cerca de países como Suecia, Dinamarca y Finlandia-. La tasa española
se dobló (7,1%, en 2014), mientras que la de estos países descendió.
Desde
entonces, este indicador de pobreza ha disminuido en España hasta
situarse, en 2017, en el 5,1%. Aunque es inferior a las tasas de
privación registradas en Grecia (21,1%), Italia (10,1%) y Portugal
(6,9%), continúa por encima de la de países como Francia (4,1%),
Alemania (3,6%), Dinamarca (3,1%) y Holanda (2,6%).
Entre
los ciudadanos menores de 18 años residentes en España, la tasa de
privación material severa (6,5%) es cuatro puntos porcentuales más
elevada que la de quienes cuentan 65 o más años (2,4%).
En términos
absolutos, de los 2,36 millones de residentes en España afectados por
privación severa en 2017, 541.000 (23%) tenían menos de 18 años y
205.000 (9%) contaban con más de 64 años.
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