ESTRASBURGO.-
El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker,
aseguró este miércoles que la Unión Europea (UE) no se ve "amenazada"
por la decisión del Reino Unido de abandonarla, y rechazó que pretenda
ser un "estado gigantesco" o "unitario" en detrimento de los intereses
nacionales.
"Todos aquellos que lamentan profundamente el 'Brexit'
se preguntan ahora con preocupación si esto no es un proceso de
disolución de la UE. Respetamos, aunque también lamentamos, la decisión
británica, pero esto no amenaza la Unión Europea", aseguró Juncker en su
discurso sobre el Estado de la Unión.
El político luxemburgués
pidió "alcanzar rápidamente un acuerdo sobre la salida" del Reino Unido
de la UE, para "que se acabe el roce y la incertidumbre cotidiana".
"Para
que nuestra relación con el Reino Unido, que tiene que seguir siendo
amistosa, se pueda organizar de nuevo", añadió, al tiempo que advirtió de que "no puede haber una libre circulación a la carta".
Juncker recordó que en su discurso del año pasado ya dijo que el estado de la Unión "dejaba bastante que desear" y, aunque "hemos avanzado desde hace un año, sigue vigente lo que dije", agregó.
Admitió que "la UE no está en su mejor momento, muchas cosas no han cambiado a mejor", por lo que solicitó más "cooperación solidaria".
"Demasiado a menudo se da prioridad a los intereses nacionales", comentó.
En cambio, dejó claro que "la integración de la UE no se puede hacer en detrimento de los intereses nacionales, es decir, que la UE no puede ser una fuerza de integración descolorida, necesitamos la pluralidad europea".
"Por mucho que se afirme lo contrario, nosotros no queremos hundir la posición nacional, no queremos destruir nada, somos constructores natos", aseveró.
"No queremos más Europa sino una Europa mejor. Europa no se está convirtiendo en un estado gigantesco, no queremos ser un estado unitario", agregó.
Juncker consideró que, "aun así, vemos que hay grietas y se produce una fragmentación ahí donde la UE tendría que ver su camino allanado".
En su opinión, "hay posiciones nacionalistas y populistas donde no se puede lograr un consenso", ya que "el populismo no soluciona los problemas, los crea, y por eso tenemos que defendernos", dijo.
El pacto de estabilidad no puede ser de flexibilidad
Por otra parte, Juncker ha manifestado que el pacto de estabilidad y crecimiento no puede convertirse en un "pacto de flexibilidad" para no dañar la recuperación económica.
"El pacto de estabilidad ha demostrado funcionar, pero no debe convertirse en un pacto flexibilidad. Necesitamos una aplicación flexible pero inteligente, de manera que no se frene el crecimiento", indicó Juncker en su discurso sobre el Estado de la Unión.
El presidente del Ejecutivo comunitario recordó que la deuda en la UE sigue siendo excesiva, aunque los niveles de déficit, que estaban en el 6,3 % en 2009, "se han conseguido bajar ahora al 1,9 %".
"Tenemos que hacer una fotografía honesta de la situación. El desempleo en Europa sigue a niveles excesivamente elevados", dijo, aunque destacó que en 2013 había 8 millones menos de puestos de trabajo que en la actualidad y que, por tanto, "la evolución es positiva".
"Sin embargo, sigue habiendo injusticia social, y por eso es necesario trabajar en los derechos sociales europeos como uno de los pilares fundamentales", argumentó. "Europa no es suficientemente social y hay que cambiarlo", apostilló Juncker.
El político luxemburgués dijo que esa es la razón por la que la CE ha propuesto la directiva sobre trabajadores desplazados, teniendo en cuenta que "el mercado interior no es un lugar en el que se pueda explotar a los trabajadores".
"Europa no es el lejano Oeste, sino una economía en la que no existe el dumping social", consideró.
Juncker también se refirió a que "estas condiciones equitativas" implican igualmente "proteger contra carteles o abusos de grandes empresas".
"Cada una, independientemente de su tamaño, tiene que pagar impuestos allí donde consigue beneficios", dijo en clara alusión a la última decisión de Bruselas sobre Apple, en la que ha pedido a Irlanda recuperar 13.000 millones de euros de impuestos no pagados (más intereses) por el gigante tecnológico estadounidense.
Juncker recordó su promesa de que su Comisión "iba a luchar contra la evasión fiscal", y aseguró que ahora "estamos dando resultados concretos".
Por otra parte, garantizó la defensa de la industria siderúrgica, muy afectada por la sobrecapacidad y los bajos precios a nivel global, cuestiones que dijo haber abordado en sus dos visitas a China este año.
"No podemos ser ingenuos ni intentar meternos en todos los mercados, pero debemos responder de forma categórica al dumping, como Estados Unidos está haciendo", sostuvo.
Juncker también afirmó que la UE "va a apoyar a los agricultores", y recordó que ya se han movilizaron 1.000 millones de euros para el sector lácteo, afectado por el veto ruso a las importaciones desde Europa. "No puede ser que agua sea más cara que la leche", comentó.
El presidente comunitario defendió además el euro, que "se mantuvo fuerte" en la crisis económica global, "protegido de la inestabilidad".
"Es la moneda que lidera en el mundo y suele traer ventajas económicas invisibles", consideró.
Plantea duplicar el plan inversiones hasta 630.000 millones en 2022
Por otra parte, Juncker ha aprovechado su intervención para proponer duplicar la capacidad financiera de su plan de inversiones, el llamado Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (EFSI), para alcanzar al menos 500.000 millones de aquí a 2020 y tratar de movilizar 630.000 millones en 2022.
El plan de inversiones, que partió de un presupuesto de 21.000 millones de euros en 2014, ha movilizado ya 160.000 millones en inversión y ha beneficiado ya a más de 200 empresas, afirmó Juncker, y supone "un instrumento para la competitividad y la creación de empleo".
Las empresas, afirmó Juncker, podrán así "planificar sus inversiones de cara a los próximos 20 años".
El presidente del Ejecutivo afirmó que de cara a los próximos años una buena parte de las inversiones deberán apostar por la tecnología y la conectividad, y que con ese objetivo la CE impulsará medidas que aboguen por incrementar el acceso público a internet y el acceso ciudadano a las nuevas tecnologías.
"Las tecnologías digitales y las comunicaciones digitales están en todos los aspectos de la vida. Tenemos que estar conectados, nuestros ciudadanos y nuestras economías lo necesitan", subrayó.
Juncker anunció también una reforma "para los mercados europeos de telecomunicaciones" con la que espera crear más de 1,3 millones de puestos de trabajo en la próxima década, proporcionar red wifi en todos los lugares públicos de las ciudades europeas en 2020 y lograr conectividad 5G en la UE en 2025.
Además, explicó que la CE está elaborando "una hoja de ruta concreta" para dar nuevos pasos en la Unión del Mercado de Capitales, un trabajo "en el que es urgente avanzar", subrayó.
También mencionó la importancia de "responder de forma categórica" a la competencia desleal o dumping, aunque admitió que la UE no puede "meterse en todos los mercados".
Sobre el balance económico, subrayó las acciones emprendidas por la CE en materia de lucha contra la evasión fiscal, "que están dando resultados concretos", subrayó.
Juncker recordó que en su discurso del año pasado ya dijo que el estado de la Unión "dejaba bastante que desear" y, aunque "hemos avanzado desde hace un año, sigue vigente lo que dije", agregó.
Admitió que "la UE no está en su mejor momento, muchas cosas no han cambiado a mejor", por lo que solicitó más "cooperación solidaria".
"Demasiado a menudo se da prioridad a los intereses nacionales", comentó.
En cambio, dejó claro que "la integración de la UE no se puede hacer en detrimento de los intereses nacionales, es decir, que la UE no puede ser una fuerza de integración descolorida, necesitamos la pluralidad europea".
"Por mucho que se afirme lo contrario, nosotros no queremos hundir la posición nacional, no queremos destruir nada, somos constructores natos", aseveró.
"No queremos más Europa sino una Europa mejor. Europa no se está convirtiendo en un estado gigantesco, no queremos ser un estado unitario", agregó.
Juncker consideró que, "aun así, vemos que hay grietas y se produce una fragmentación ahí donde la UE tendría que ver su camino allanado".
En su opinión, "hay posiciones nacionalistas y populistas donde no se puede lograr un consenso", ya que "el populismo no soluciona los problemas, los crea, y por eso tenemos que defendernos", dijo.
El pacto de estabilidad no puede ser de flexibilidad
Por otra parte, Juncker ha manifestado que el pacto de estabilidad y crecimiento no puede convertirse en un "pacto de flexibilidad" para no dañar la recuperación económica.
"El pacto de estabilidad ha demostrado funcionar, pero no debe convertirse en un pacto flexibilidad. Necesitamos una aplicación flexible pero inteligente, de manera que no se frene el crecimiento", indicó Juncker en su discurso sobre el Estado de la Unión.
El presidente del Ejecutivo comunitario recordó que la deuda en la UE sigue siendo excesiva, aunque los niveles de déficit, que estaban en el 6,3 % en 2009, "se han conseguido bajar ahora al 1,9 %".
"Tenemos que hacer una fotografía honesta de la situación. El desempleo en Europa sigue a niveles excesivamente elevados", dijo, aunque destacó que en 2013 había 8 millones menos de puestos de trabajo que en la actualidad y que, por tanto, "la evolución es positiva".
"Sin embargo, sigue habiendo injusticia social, y por eso es necesario trabajar en los derechos sociales europeos como uno de los pilares fundamentales", argumentó. "Europa no es suficientemente social y hay que cambiarlo", apostilló Juncker.
El político luxemburgués dijo que esa es la razón por la que la CE ha propuesto la directiva sobre trabajadores desplazados, teniendo en cuenta que "el mercado interior no es un lugar en el que se pueda explotar a los trabajadores".
"Europa no es el lejano Oeste, sino una economía en la que no existe el dumping social", consideró.
Juncker también se refirió a que "estas condiciones equitativas" implican igualmente "proteger contra carteles o abusos de grandes empresas".
"Cada una, independientemente de su tamaño, tiene que pagar impuestos allí donde consigue beneficios", dijo en clara alusión a la última decisión de Bruselas sobre Apple, en la que ha pedido a Irlanda recuperar 13.000 millones de euros de impuestos no pagados (más intereses) por el gigante tecnológico estadounidense.
Juncker recordó su promesa de que su Comisión "iba a luchar contra la evasión fiscal", y aseguró que ahora "estamos dando resultados concretos".
Por otra parte, garantizó la defensa de la industria siderúrgica, muy afectada por la sobrecapacidad y los bajos precios a nivel global, cuestiones que dijo haber abordado en sus dos visitas a China este año.
"No podemos ser ingenuos ni intentar meternos en todos los mercados, pero debemos responder de forma categórica al dumping, como Estados Unidos está haciendo", sostuvo.
Juncker también afirmó que la UE "va a apoyar a los agricultores", y recordó que ya se han movilizaron 1.000 millones de euros para el sector lácteo, afectado por el veto ruso a las importaciones desde Europa. "No puede ser que agua sea más cara que la leche", comentó.
El presidente comunitario defendió además el euro, que "se mantuvo fuerte" en la crisis económica global, "protegido de la inestabilidad".
"Es la moneda que lidera en el mundo y suele traer ventajas económicas invisibles", consideró.
Plantea duplicar el plan inversiones hasta 630.000 millones en 2022
Por otra parte, Juncker ha aprovechado su intervención para proponer duplicar la capacidad financiera de su plan de inversiones, el llamado Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (EFSI), para alcanzar al menos 500.000 millones de aquí a 2020 y tratar de movilizar 630.000 millones en 2022.
El plan de inversiones, que partió de un presupuesto de 21.000 millones de euros en 2014, ha movilizado ya 160.000 millones en inversión y ha beneficiado ya a más de 200 empresas, afirmó Juncker, y supone "un instrumento para la competitividad y la creación de empleo".
Las empresas, afirmó Juncker, podrán así "planificar sus inversiones de cara a los próximos 20 años".
El presidente del Ejecutivo afirmó que de cara a los próximos años una buena parte de las inversiones deberán apostar por la tecnología y la conectividad, y que con ese objetivo la CE impulsará medidas que aboguen por incrementar el acceso público a internet y el acceso ciudadano a las nuevas tecnologías.
"Las tecnologías digitales y las comunicaciones digitales están en todos los aspectos de la vida. Tenemos que estar conectados, nuestros ciudadanos y nuestras economías lo necesitan", subrayó.
Juncker anunció también una reforma "para los mercados europeos de telecomunicaciones" con la que espera crear más de 1,3 millones de puestos de trabajo en la próxima década, proporcionar red wifi en todos los lugares públicos de las ciudades europeas en 2020 y lograr conectividad 5G en la UE en 2025.
Además, explicó que la CE está elaborando "una hoja de ruta concreta" para dar nuevos pasos en la Unión del Mercado de Capitales, un trabajo "en el que es urgente avanzar", subrayó.
También mencionó la importancia de "responder de forma categórica" a la competencia desleal o dumping, aunque admitió que la UE no puede "meterse en todos los mercados".
Sobre el balance económico, subrayó las acciones emprendidas por la CE en materia de lucha contra la evasión fiscal, "que están dando resultados concretos", subrayó.
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