BRUSELAS.- La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, afirmó que no
cree que se logre hoy el consenso necesario en el Consejo de Ministros
de Comercio de la Unión Europea (UE) para apoyar la firma del acuerdo de
libre comercio con Canadá, ante las reticencias que mantiene la región
belga de Valonia.
"Haremos un balance, no estoy segura de que
logremos tomar una decisión hoy, pero espero que avancemos y podamos
tomar una decisión muy pronto, soy optimista", indicó Malmström a la
prensa a su llegada a la reunión, que se celebra en Luxemburgo.
Los
ministros habían convocado esta reunión para tratar de cerrar su
respaldo a la firma del acuerdo, conocido como CETA, pero persiste el
veto de Valonia, cuyo Parlamento regional rechazó el viernes pasado el
tratado.
En opinión de la comisaria, si la UE no llega a ratificar
este "muy buen acuerdo" se crearía "una situación muy difícil",
teniendo en cuenta que Canadá es "uno de nuestros aliados más cercanos,
uno de los países más democráticos del mundo con un Gobierno muy
progresista proeuropeo".
"Si no podemos firmar con Canadá, el
resto del mundo se preguntará si Europa es un socio fiable, así que
tendrá consecuencias para nuestra política comercial", aventuró.
Malmström
explicó que la CE ha trabajado con diferentes países (Bélgica,
Alemania, Luxemburgo, Austria y Holanda) en la redacción de una
"declaración interpretativa" que tendrá valor jurídico pero que no
modificará el texto del CETA.
"Tenemos una declaración
interpretativa que parece haber acomodado a los demás Estados miembros,
pero todavía no estamos ahí y no creo que lleguemos hoy, pero aún
tenemos tiempo", comentó, y señaló que ese texto deja claro que el
acuerdo "no va a rebajar los estándares ni obligar a las autoridades a
privatizar servicios".
La comisaria también afirmó que, de no
haber consenso sobre el acuerdo entre los Veintiocho, "no habrá cumbre"
UE-Canadá el día 27 de octubre, cita en la que se prevé firmar el
tratado con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El
ministro de Exteriores belga, Didier Reynders, confió en que en la
cumbre de líderes comunitarios de este jueves y viernes en Bruselas
"podamos avanzar".
El titular luxemburgués de Exteriores, Jean
Asselborn, apuntó que "las regiones de Bélgica tienen competencias;
tenemos que respetarlo" y "dar un poco más de tiempo".
Por su
parte, el ministro eslovaco de Economía, Peter Ziga, cuyo país preside
este semestre la UE, dijo en cambio no entender "las preocupaciones de
los gobiernos regionales belgas", mientras que la ministra sueca de
Comercio Exterior, Ann Linde, las calificó de "exageradas".
Greenpeace
convocó protestas ante el lugar de la reunión que incluyeron el
despliegue de una gran pancarta con el mensaje "No comercien con nuestra
democracia. Alto al CETA" en la fachada del centro de conferencias,
informó la ONG ecologista en un comunicado.
La asesora política de
Greenpeace Shira Stanton consideró que el CETA "antepondrá los
intereses de las multinacionales a los de la población".
Señaló
que la mayor preocupación es la inclusión en el acuerdo de un sistema de
tribunales al margen del Derecho de los países que intervendrá en caso
de disputas entre estados e inversores.
"Cualquier multinacional
con base en Canadá o filial suya podrá utilizar esos tribunales para
desafiar las leyes de la UE y sus estándares", enfatizó Stanton, quien
también mostró preocupación por que el CETA garantice acceso a
licitaciones de servicios públicos básicos como la provisión de agua a
empresas canadienses.
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