BUDAPEST.- El primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orbán, ha
amenazado este viernes con demandar a la Comisión Europea (CE) si no se
retira el sistema de reubicación de refugiados. "Vamos a demandar a la
Comisión e iniciar los procesos legales", ha explicado en la radio
pública Kossuth, al referirse a qué pasaría si se mantiene el sistema de
reubicación de refugiados aprobado por Europa.
El jefe de Gobierno adelantó que habrá una discusión legal
sobre si se puede obligar a un pueblo de la Unión Europea (UE) "frente a
su voluntad decidida de no convivir con una población ajena".
Orbán recordó que más de 3,3 millones de ciudadanos votaron
en contra del sistema de reubicación en el referéndum que Hungría
celebró el pasado 2 de octubre. El referéndum no fue válido, ya que la
participación no alcanzó el umbral del 50 %, pero el 98 % de los
votantes apoyó la postura del Gobierno contra la CE. Después del
referéndum, Orbán propuso una enmienda constitucional para que no se
pueda "instalar" en el país a refugiados sin el consentimiento del
Parlamento húngaro.
En este sentido Orbán aseguró ahora que "Hungría optará por
la resistencia constitucional" y recordó que entre los socios
comunitarios hay una "situación de empate" sobre el sistema de
reubicación y que Eslovaquia, que preside la UE este semestre, elaborará
antes de final de año una propuesta de solución. Para poder aprobar la
enmienda, el partido gobernante Fidesz necesitará el apoyo de algún otro
partido, que podría ser el ultraderechista y xenófobo Jobbik, ya que la
izquierda rechaza las propuestas del Gobierno.
El Jobbik ha condicionado su apoyo a que el Gobierno elimine
los llamado "bonos de residencia", con los que ciudadanos no
comunitarios pueden conseguir residencia en el si invierten 300.000
euros en el país. El Gobierno, que no quiere que la opinión pública
considere que sigue los dictados de otro partido, ha tachado de
"chantaje" la exigencia del Jobbik y ha asegurado que no cederá, aunque
sí ha reconocido que está estudiando eliminar esos bonos.
"El 8 de noviembre presentaremos la propuesta (de enmienda
de la Constitución) y todos votarán según su conciencia", afirmó hoy el
primer ministro, quien no se mostró optimista respecto al apoyo del
Jobbik. El Gobierno de Hungría, que el año pasado selló sus fronteras
con vallas para impedir la entrada de refugiados, considera que es una
competencia del Parlamento nacional decidir con quién conviven los
ciudadanos del país.
Orbán ha admitido que el Gobierno utilizará el referéndum
celebrado a principios de octubre, en el que la gran mayoría de los
votantes rechazó las cuotas de refugiados de la Unión Europea, para
desafiar a Bruselas. Orbán piensa que la decisión sobre los refugiados
es una cuestión nacional y quiere cambiar la Constitución en el próximo
mes para prohibir la entrada de inmigrantes.
El presidente de turno del Consejo Europeo y primer ministro
de Eslovaquia, Rober Fico, ha propuesto llegar a una solución en la
próxima cumbre de la Unión Europea que se celebrará en diciembre.
"Habrá un serio debate jurídico sobre si una población extranjera puede
ser impuesta a un estado miembro de la UE en contra de su voluntad. Será
una gran batalla, y para ello necesitamos modificar la Constitución",
ha declarado el primer ministro húngaro en la radio estatal.
Orbán respondió a la entrada de refugiados en 2015 cerrando
las fronteras del sur de Hungría con una valla de alambre de espino y
cientos de policías y militares. El primer ministro ha añadido que
Hungría, con sus raíces cristianas, no aceptará la llegada de tantos
musulmanes porque "supone un riesgo a la seguridad".
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