PARÍS.- Benoît Hamon, que contra todos los pronósticos encabezaba el
domingo la primera vuelta de las primarias socialistas en Francia,
logró imponerse en la campaña de cara a las presidenciales con
propuestas innovadoras.
Calificado como la revelación de la campaña, Hamon, de 49
años, el más izquierdista de los dos aspirantes en liza por la
nominación socialista para las elecciones presidenciales, dijo en su
último mitin estar "convencido que su hora había llegado".
Exministro de Educación, Hamon dejó el gobierno de François
Hollande en 2014 descontento con la "deriva liberal" del ejecutivo
socialista antes de lanzarse en agosto a la carrera a la presidencia
abogando por "un nuevo modelo de desarrollo".
Este bretón, miembro del ala izquierda del PS, logró centrar
los debates en torno a su propuesta de una renta básica universal que
asignaría a todos los franceses un ingreso de 750 euros mensuales sin
condiciones.
Para él, esta renta incondicional, "protección social del
siglo XXI", es una respuesta a la erosión del empleo y a la revolución
digital. Permitiría también a las personas lanzarse en actividades,
además de sus empleos, que respondan a sus aspiraciones.
Propone además crear un gravamen a las riquezas generadas
por las máquinas para financiar la seguridad social. "Cuando un
trabajador es remplazado por una máquina, la riqueza creada beneficia
principalmente a los accionistas, por lo tanto propongo que paguen un
impuesto" explica en su programa.
Llena las salas durante sus mítines, con un público más bien
joven, altermundialista, en busca de "una nueva manera de hacer
política" o de un "verdadero socialismo".
Critica la "búsqueda incesante de crecimiento económico",
que según él no tiene sentido "en un mundo en donde los recursos
naturales son limitados", y en plena era del consumo, busca promover un
modelo de sociedad social, solidaria y colaborativa.
"Con un programa creativo y altermundialista, el candidato
'outsider' sin experiencia se disparó", resumió el director de la
redacción del diario Libération, Laurent Joffrin.
Hamon, que comenzó su vida política como activista
estudiantil en los años ochenta, se ha comprometido a combatir la
desigualdad creciente en el sistema escolar francés, quiere legalizar la
marihuana y propone una alternativa al Producto Interno Bruto (PIB)
para medir el desarrollo económico.
Este licenciado de historia, hijo de una secretaria y de un
obrero convertido en ingeniero que trabajaba en los astilleros navales
de Brest, se crió entre esta zona portuaria del noroeste de Francia
antes de mudarse a Senegal, donde vivió parte de su infancia.
Comenzó a militar desde los 19 años en el Partido Socialista
francés y se convirtió en presidente de las juventudes socialistas en
1993, cuando tenía 26 años.
Este movimiento, más de 20 años después, lo sigue respaldando, lo que le permitió crear una red amplia.
A finales de la década de los 90, trabajó como asesor de
Martine Aubry, ministra de Trabajo y madre de la semana laboral de 35
horas. En 2008 pasó a ser portavoz del PS cuando Aubry se convirtió en
primera secretaria de la formación.
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