domingo, 1 de enero de 2017

LA OTAN, USA y Rusia deben liquidar el terror islámico / Pablo Sebastián *

El nido de las serpientes mortales y venenosas del terrorismo islámico sigue estando en Siria e Irak y merece una eficaz y definitiva respuesta de los aliados occidentales para acabar con el Estado Islámico, Califato, ISIS o como quieran llamarlo y lo que en esa zona del mundo y en Libia aún queda de la trama de Al Queda. No bastan los bombardeos aliados porque esas batallas se eternizan, sino que hay que echar pie a tierra y poner un punto final a situaciones como la de Mosul y otras ciudades donde el ISIS, que debe ser arrasado, aún mantiene el control.

Y vamos a ver si la victoria de Bachar el Asad en Alepo que anuncia su triunfo final en Siria y la pretendida amistad entre Donald Trump y Vladimir Putin sirven para algo positivo a pesar de las contradicciones y carencias democráticas que envuelven a todos estos personajes, de los que desconfían con razón lo líderes de la UE. Los que también han dejado ir demasiado lejos estas guerras que se eternizan y de las que manan sin cesar los comandos terroristas que tienen en jaque a todo el territorio de la UE.

Algo y pronto hay que hacer en este año que se presenta plagado de incertidumbres en la escena internacional, especialmente en lo que a la inminente presidencia de Donald Trump en USA se refiere. Pero no podemos olvidar que el terror islámico ha hecho acto de presencia en un mercadillo de Navidad de Berlín a finales del pasado año de 2016 y ha reaparecido en la noche del nuevo año en Estambul con un criminal que arrasó una de las discotecas de la capital turca dejando 39 cadáveres y 69 heridos muchos ellos de gravedad.

Todas las grandes concentraciones de fin de año en Europa y EE.UU. han estado protegidas de especiales medidas de seguridad y el terror islámico se ha convertido en el principal problema del momento. En especial en la Unión Europea lo que, además de medidas extremas de seguridad a las que obliga los últimos atentados, habrá otras secuelas en la política que afectarán a la inmigración de los refugiados de las guerras de Siria, Libia e Irak y a procesos electorales que tendrán lugar en este año de 2017 en el territorio de la UE, donde además tenemos pendiente la salida del Reino Unido de los Tratados de la Unión.

Proteger la seguridad de los ciudadanos europeos y nuestra libertad y regímenes democráticos son y deben ser los objetivos prioritarios de los gobiernos de la Unión Europea. Pero está claro que la seguridad y defensa de nuestros valores no se va a conseguir reforzando medidas de control y prevención o desplegando efectivos policiales y militares en las zonas y eventos que pueden considerarse objetivos del terror.

Hay que ir a por ellos y los gobiernos aliados saben muy bien donde están. Además el discurso de que los árabes deben solucionar entre ellos sus problemas no sirve como demuestra la cruda realidad. Está claro que las mentiras y graves errores de las guerras de Irak dieron pie a estas oleadas de terror, pero ahora hay que acabar con las bases de terroristas, echarlos de los territorios ocupados por ellos y poner un punto y final al tráfico de armas que los beneficia y a sus sistemas de financiación venga de donde venga, Arabia Saudita ahí incluida.

Si no se dan pasos al frente este año y otros venideros los europeos que estamos en la primera línea de fuego y con fronteras permeables para el terror lo vamos a pasar muy mal y nunca tendremos el control de esta situación y esos atentados que son fáciles de ejecutar frente a ciudadanos inocentes e indefensos, y de los que al día de hoy ningún país de la Unión está en condiciones de escapar.


(*) Periodista español


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