El nido de las serpientes mortales y venenosas del terrorismo
islámico sigue estando en Siria e Irak y merece una eficaz y definitiva
respuesta de los aliados occidentales para acabar con el Estado
Islámico, Califato, ISIS o como quieran llamarlo y lo que en esa zona
del mundo y en Libia aún queda de la trama de Al Queda. No bastan los
bombardeos aliados porque esas batallas se eternizan, sino que hay que
echar pie a tierra y poner un punto final a situaciones como la de Mosul
y otras ciudades donde el ISIS, que debe ser arrasado, aún mantiene el
control.
Y vamos a ver si la victoria de Bachar el Asad en Alepo que anuncia
su triunfo final en Siria y la pretendida amistad entre Donald Trump y
Vladimir Putin sirven para algo positivo a pesar de las contradicciones y
carencias democráticas que envuelven a todos estos personajes, de los
que desconfían con razón lo líderes de la UE. Los que también han dejado
ir demasiado lejos estas guerras que se eternizan y de las que manan
sin cesar los comandos terroristas que tienen en jaque a todo el
territorio de la UE.
Algo y pronto hay que hacer en este año que se presenta plagado de
incertidumbres en la escena internacional, especialmente en lo que a la
inminente presidencia de Donald Trump en USA se refiere. Pero no podemos
olvidar que el terror islámico ha hecho acto de presencia en un
mercadillo de Navidad de Berlín a finales del pasado año de 2016 y ha
reaparecido en la noche del nuevo año en Estambul con un criminal que
arrasó una de las discotecas de la capital turca dejando 39 cadáveres y
69 heridos muchos ellos de gravedad.
Todas las grandes concentraciones de fin de año en Europa y EE.UU.
han estado protegidas de especiales medidas de seguridad y el terror
islámico se ha convertido en el principal problema del momento. En
especial en la Unión Europea lo que, además de medidas extremas de
seguridad a las que obliga los últimos atentados, habrá otras secuelas
en la política que afectarán a la inmigración de los refugiados de las
guerras de Siria, Libia e Irak y a procesos electorales que tendrán
lugar en este año de 2017 en el territorio de la UE, donde además
tenemos pendiente la salida del Reino Unido de los Tratados de la Unión.
Proteger la seguridad de los ciudadanos europeos y nuestra libertad y
regímenes democráticos son y deben ser los objetivos prioritarios de
los gobiernos de la Unión Europea. Pero está claro que la seguridad y
defensa de nuestros valores no se va a conseguir reforzando medidas de
control y prevención o desplegando efectivos policiales y militares en
las zonas y eventos que pueden considerarse objetivos del terror.
Hay que ir a por ellos y los gobiernos aliados saben muy bien donde
están. Además el discurso de que los árabes deben solucionar entre ellos
sus problemas no sirve como demuestra la cruda realidad. Está claro que
las mentiras y graves errores de las guerras de Irak dieron pie a estas
oleadas de terror, pero ahora hay que acabar con las bases de
terroristas, echarlos de los territorios ocupados por ellos y poner un
punto y final al tráfico de armas que los beneficia y a sus sistemas de
financiación venga de donde venga, Arabia Saudita ahí incluida.
Si no se dan pasos al frente este año y otros venideros los europeos que
estamos en la primera línea de fuego y con fronteras permeables para el
terror lo vamos a pasar muy mal y nunca tendremos el control de esta
situación y esos atentados que son fáciles de ejecutar frente a
ciudadanos inocentes e indefensos, y de los que al día de hoy ningún
país de la Unión está en condiciones de escapar.
(*) Periodista español
No hay comentarios:
Publicar un comentario