BUCAREST.- A pesar de las recientes protestas
multitudinarias, el Gobierno socialdemócrata de Rumanía despenalizó hoy,
mediante un decreto de urgencia, ciertos delitos de corrupción.
Esta medida ayudará al líder del gobernante Partido Socialdemócrata
(PSD), Liviu Dragnea, investigado actualmente por supuesta corrupción.
El decreto se publicará inmediatamente en el Boletín Oficial sin que tenga que pasar por el Parlamento rumano.
"Hemos adoptado el proyecto de ley sobre la amnistía a algunas
castigos", declaró el ministro de Justicia, Florin Iordache, al destacar
que la nueva legislación se corresponde con las decisiones de la Corte
Constitucional del país balcánico.
A los pocos
minutos de conocerse la noticia, miles de personas salieron de forma
espontánea a las calles del centro de Bucarest para pedir en medio de
gritos como "ladrones" y "traidores" la dimisión del gobierno.
Otros miles se congregaron -según las emisoras locales- en otras ciudades como Cluj-Napoca, Timisoara, Iasi, Brasov y Sibiu.
Un grupo de manifestantes intentó forzar una de las entradas a la sede
del Gobierno y la policía lanzó gases lacrimógenas para evitar que nadie
acceda al edificio, informó el canal de noticias Digi24.
Cerca de las 01.00 hora local (23.00 GMT) había unas 15.000 personas
congregadas en el centro de Bucarest para expresar su malestar con el
Gobierno.
El Gobierno rumano, que surgió de la
victoria de los socialdemócratas en las elecciones del pasado mes de
diciembre, había anunciado hace dos semanas su intención de aprobar por
decreto una ley que despenalizara delitos por abuso de poder y
corrupción si el perjuicio causado es inferior a 44.000 euros.
Con este decreto, Dragnea no tendrá que responder en un proceso
iniciado precisamente hoy por un caso de corrupción cuando era
presidente de una provincia rumana, puesto que las pérdidas al Estado
están valoradas por 24.000 euros.
A pesar de ganar
las elecciones de diciembre, el líder socialdemócrata no puede ser
primer ministro del país por haber sido condenado por un delito de
manipulación electoral en un referéndum.
Por eso, el
cargo de primer ministro lo asumió el hasta poco desconocido
expresidente de la provincia de Timis, Sorin Grindeanu.
La enmienda adoptada hoy amnistiará además a unos 2.700 condenados por
delitos menores, incluidos algunos por corrupción, y reducirá a la mitad
las penas a los presos con más de 60 años de edad, independientemente
de su crimen.
El Gobierno ha tomado esta decisión
pese a la oposición de la Fiscalía Anticorrupción, el Consejo de
Magistratura y el propio presidente de Rumanía, Klaus Iohannis.
"Hoy es un día de luto para el Estado de Derecho, que ha recibido un
fuerte golpe de los adversarios de la Justicia", subrayó Iohannis
inmediatamente después de conocer la noticia,
Unas 100.000 personas se habían manifestado el pasado domingo en Rumanía para protestar contra el proyecto de ley del Gobierno.
Esta protesta fue la más importante desde la Revolución de 1989, cuando cayó el régimen comunista de Nicolae Ceausescu.
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