El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha denunciado en una
carta a los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se reunirán en la
cumbre de Malta en próximos días que el presidente americano Donald
Trump se ha convertido en ‘una amenaza exterior para la UE’. Y si los
EEUU de Trump son, como en realidad parecen, una ‘amenaza exterior’ para
la UE ¿qué pinta en todo esto la OTAN que comanda Washington y que está
comprometida con la seguridad y la defensa de Europa?
El huracán Trump tiene una capacidad destructiva ilimitada, dentro y
fuera de las fronteras USA, y ya ha provocado una rebelión social en su
país con el veto a los refugiados sirios y ciudadanos de siete países
del mundo árabe. Y una escalada de protestas en Europa que por fin llega
con nitidez a las instituciones de la UE por boca del presidente polaco
del Consejo Europeo -máximo órgano político de la Unión- que se ha
sumado con la máxima contundencia a otras declaraciones de líderes de
nuestro Continente.
Y que se tiente la ropa la primera ministra británica Theresa May,
que tan complaciente ha sido con Trump, porque en la web de su gobierno
en Londres son ya cerca de dos millones de ingleses los que se oponen a
que Trump visite el Reino Unido en los próximos meses tal y como se
había anunciado. De hecho las políticas de Trump podrían afectar de
lleno al Brexit y desde luego al presente y futuro de la OTAN en la que
la ‘premier’ May tiene puesto tanto interés para utilizar la Alianza de
nexo en su ‘especial relación’ con USA y sus pretendidos acuerdos de
libre cambio con la UE cuando concluya el Brexit.
Está claro que Alemania y Francia, los países fundadores del proceso
de integración europea (en el Tratado inicial de la CECA), no cederán
frente a Trump y plantarán cara al desafío político, antidemocrático y
comercial del presidente americano. Pero nos falta por ver qué pasa en
Italia, donde los populistas del Movimiento 5 Estrellas se declaran poco
entusiastas de la Europa del euro, y en España, donde Mariano Rajoy va
con pies de plomo y tibias críticas a las políticas antiinmigratorias de
Trump y al muro de la frontera mexicana -‘estoy en contra de los vetos y
las fronteras’ dice-, intentando nadar y guardar la ropa.
Lo que sitúa al Gobierno de Mariano Rajoy en una difícil encrucijada
en la que debe conciliar: la importante relación bilateral de España y
USA en lo económico, político y militar; los intereses de España en la
UE y la OTAN; y las relaciones de España con los países latinoamericanos
que participan en las Cumbres Iberoamericanas donde a buen seguro se
detecta la máxima preocupación por las políticas de inmigratorias y las
comerciales de Trump que ya se ha cargado la Alianza del Pacífico.
No es fácil la tarea de Rajoy en esta tesitura sobre todo porque está
claro que en España existe una gran mayoría de ciudadanos críticos que
Trump, como ocurrió con la última guerra de Irak y sus mentiras ‘ad hoc’
en los tiempos de Aznar. Quien por cierto está callado como un muerto
ante el ruidoso despegue de Trump a pesar de su clara pasión atlántica y
favorable al Partido Republicano de EEUU, donde también se están
viviendo momentos contradictorios y de alta tensión.
En todo caso hay dos cosas indiscutibles: que Trump no deja a nadie
indiferente; y que lejos de apaciguarse va de mal en peor. Motivos por
los que, como dice Felipe González, las políticas de apaciguamiento no
sirven para nada y solo reflejan miedo ante la furia del ‘emperador’.
No obstante el efecto Trump en Europa puede tener consecuencias muy
distintas a las que esperaba el mandatario americano cuando aplaudió el
Brexit y animó a otros países a salirse de la UE. Porque la locura de
Trump está poniendo en valor el prestigio democrático de Europa y puede
reforzar a la Unión Europea frente a quienes desde populismos de la
izquierda y la derecha defienden el nacionalismo como solución. Incluso
el Brexit podría descarrilar si en el Reino Unido crece la sensación de
que Trump es un peligro para las democracias y las libertades que tan
arraigadas están en esa nación.
(*) Periodista español
No hay comentarios:
Publicar un comentario