LISBOA.- El
presidente del Banco Comercial Portugués (BCP), Nuno Amado, considera
"irónico" y "profundamente injusto" que el sistema financiero luso tenga
que asumir costes derivados de la intervención del Banco Espírito Santo
(BES).
"Tuvimos un competidor que actuó de forma menos adecuada y
ahora el sistema financiero portugués va a pagar lo que pasó, a nuestra
costa, de nuestros accionistas y de nuestro banco (...) No es sólo
irónico, es profundamente injusto", aseguró en una entrevista publicada
hoy por el semanario luso "Expresso".
El BES fue intervenido en agosto de 2014 y sus activos
saneados se aglutinaron en el Novo Banco, propiedad del llamado Fondo de
Resolución y recapitalizado con 4.900 millones de euros, 3.900 de un
crédito público y otros 1.000 aportados por el resto de bancos.
Si la entidad se vende por menos de esos 4.900 millones,
será la banca portuguesa quien tenga que asumir la diferencia, aunque
podrán pagarlo en varios tramos a lo largo de los próximos años.
Amado, que lidera el mayor banco privado portugués, cree que
el efecto del BES en el Fondo de Resolución "ya superó hace mucho el
límite de responsabilidades y el riesgo determinados en el Fondo de
Resolución Europeo".
El BCP participó en el último proceso de venta del Novo Banco, todavía en curso, aunque Amado asegura que ya se han retirado.
En el caso de que este proceso no tenga éxito y sea lanzado
un nuevo intento de venta -el tercero-, el presidente de la entidad
afirma que considerarían si participar o no, aunque el BCP hasta ahora
estaba centrado en cerrar su reciente ampliación de capital.
El Banco de Portugal continúa negociando con el fondo
estadounidense Lone Star -oficialmente el candidato favorito- y con el
consorcio integrado por Apollo y Centerbridge para intentar alcanzar un
acuerdo para vender el Novo Banco.
Sin embargo, el Gobierno no quiere conceder una garantía
estatal para proteger al futuro dueño de posibles pérdidas que generen
activos problemáticos del banco, como piden los candidatos, por lo que
el proceso está siendo complicado y se han puesto sobre la mesa otras
alternativas, como la nacionalización.
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