CANTÓN.- Empresas chinas y españolas
examinaron hoy posibilidades de cooperación en el sector de la alta
tecnología y de inversiones del gigante asiático en compañías de España
en el curso de dos seminarios celebrados en la sureña metrópolis de
Cantón.
Los seminarios, encabezados por la
secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, y uno de los
vicegobernadores de la provincia de Cantón, reunieron a varios
centenares de empresas de ambos países interesadas en cooperación,
comercio o inversiones en uno u otro lado.
El primer evento se centró en la cooperación en
alta tecnología, un sector en el que China está dando un gran salto con
la automatización y robotización de sus fábricas.
La sureña provincia de Cantón, con 110 millones de habitantes y
aproximadamente el 15 % del PIB chino, es conocida desde hace tiempo
como "la fábrica del mundo", y por ello sus autoridades llevan años
promoviendo el desarrollo tecnológico como elemento clave para asegurar
la vigencia de su industria manufacturera.
"El ICEX está permanentemente pulsando las necesidades de los países y
observamos que aquí hay una demanda de tecnologías que pueden aportar
perfectamente las empresas españolas", afirmó Poncela desde la capital cantonesa.
Poncela destacó que, además de compañías españolas de automatización y
robotización de factorías, también acudieron otras especializadas en
tratamiento de aguas residuales, gestión de residuos urbanos, química o
componentes de automoción.
En este sentido,
apuntó a las necesidades crecientes de China en tratamiento de aguas y
gestión de residuos, un sector en el que la rápida industrialización del
gigante asiático ha generado problemas medioambientales que ahora se
busca corregir.
El segundo seminario se orientó en las oportunidades de inversión en empresas españolas.
La secretaria de Estado destacó que uno de los atractivos que ofrece
España es que "es un país abierto que ofrece a los inversores
extranjeros las mismas condiciones que al inversor nacional".
Además, "tenemos empresas muy interesantes con muy alta tecnología con
las que se puede trabajar en terceros mercados", recalcó.
En términos generales, dijo que a las compañías españolas les interesan
las empresas chinas que "nos abran los mercados del sureste asiático",
mientras que las corporaciones de este país están interesadas en
invertir en españolas para facilitar su acceso por ejemplo a
Latinoamérica, indicó Poncela.
Estos
seminarios se producen en medio del continuo desarrollo de las
exportaciones españolas a China, que en 2016 alcanzaron el récord de
5.032 millones de euros y que en los dos primeros meses de este año
subieron un 37,2 % interanual hasta los 969,9 millones de euros, según
datos oficiales españoles.
Poncela pidió
cautela ante esas cifras, a la espera de ver la tendencia anual, pero sí
recalcó que "las exportaciones a China van a muy buen ritmo",
impulsadas especialmente por el sector agroalimentario, especialmente la
carne de cerdo.
Por ello, subrayó el
trabajo que durante cinco años realizaron distintas administraciones
españolas en lograr la certificación de mataderos por parte de las
autoridades chinas.
Asimismo, recalcó el
creciente gusto de los consumidores chinos por productos alimentarios
extranjeros de buena calidad y fiables. El consumidor chino "quiere
calidad y la paga", subrayó.
Finalmente,
Poncela destacó el trabajo del ICEX para ayudar a la comercialización de
productos españoles en China, ahora con la apertura de canales nuevos
en varias plataformas tecnológicas, como la de Alibaba, el gigante chino
del comercio electrónico.
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