PARÍS.- El jefe del Estado Mayor
de los ejércitos de Francia, el general Pierre de Villiers, en
desacuerdo con los recortes previstos en Defensa, dimitió este
miércoles, provocando una crisis en la presidencia de Emmanuel Macron.
"En
las circunstancias actuales considero no estar ya en condiciones de
asegurar la perennidad del modelo de ejército en el que creo para
garantizar la protección de Francia y de los franceses, hoy y mañana, y
apoyar las ambiciones de nuestro país", escribió el general De Villiers
en un comunicado en el que anunció su renuncia.
Lo
sustituirá el general François Lecointre, de 55 años, quien ha estado
en varios frentes, incluyendo Irak y Sarajevo. Lecointre trabajaba hasta
ahora como jefe del gabinete militar del primer ministro, Edouard
Philippe.
Aunque tras conocerse su renuncia, Macron, a través de su
portavoz, lo tildó de "gran militar", la dimisión de De Villiers, un
hecho insólito desde el nacimiento de la V República en 1958, se produce
en medio de una tensión insostenible entre ambos hombres.
El
origen del conflicto son una declaraciones filtradas del general quien
la semana pasada se quejó, en términos vulgares y a puertas cerradas,
ante diputados de la comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, del
recorte contemplado por Macron de 850 millones de euros en el
presupuesto del ejército para 2017.
Después de haber llamado
al orden al general De Villiers ante jefes militares recordándole que él
es el "jefe", el presidente francés le reprochó, sin nombrarlo, el
haber expuesto públicamente esta polémica de forma "indigna".
"Si
algo opone al jefe del Estado Mayor del Ejército y al presidente, se
cambia al Jefe del Estado Mayor del ejército", sentenció Macron en una
entrevista publicada el domingo en el Journal du Dimanche.
"El
general De Villiers expresó un desacuerdo. Tiene todo el derecho de
hacerlo", señaló por su parte el primer ministro. "Pero, como un militar
con honor no puede criticar las decisiones tomadas por su jefe. Por lo
tanto asumió las consecuencias de este desacuerdo", añadió por su parte
Philippe.
El miércoles, Macron volvió a justificar los recortes
impuestos a la defensa, asegurando que con el presupuesto asignado el
ejército puede "proteger al país".
De Villiers, un general
apreciado por sus hombres, se quejaba regularmente de la falta de
recursos asignados a los militares en momentos en que Francia está
comprometida en varios frentes contra la amenaza terrorista.
Además
de los 7.000 militares de la operación Sentinelle que patrullan en todo
el país -en estado de emergencia tras la ola de atentados de 2015-
miles de militares franceses están desplegados en la región Sahel (4.000
hombres) y en Medio Oriente (1.200).
"Siempre he velado, desde mi
nombramiento, por mantener un modelo de ejército que garantice la
coherencia entre las amenazas que pesan sobre Francia y Europa, las
misiones de nuestro ejército que no cesan de aumentar y los medios
presupuestarios necesarios para cumplir con ello", señaló De Villiers,
quien desempeñó el cargo durante tres años y medio.
Para el ejército, los recortes presupuestarios anunciados
la semana pasada son aún más difíciles de aceptar porque el presidente
Macron, elegido el 7 de mayo, había multiplicado las declaraciones a
favor de los militares desde que llegó al poder.
El día que asumió la presidencia recorrió la avenida de los Campos
Elíseos en un vehículo militar y visitó a heridos de guerra. Poco
después, viajó a la base militar francesa de Gao, en Malí, y hace poco
estuvo en un submarino nuclear.
Más allá de estos gestos
simbólicos, el presidente francés, un joven centrista de 39 años, se
había comprometido durante su campaña a aumentar el presupuesto de
defensa hasta llegar al 2% del PIB en 2025.
"Macron (...) se había
ganado la simpatía de los militares. Este es probablemente un percance
difícil de superar", estimó el general retirado Dominique Trinquand,
exconsejero del actual presidente sobre temas de defensa.
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