martes, 18 de julio de 2017

Un tribunal mantiene detenidos a seis activistas de DDHH en Turquía

ANKARA/BERLÍN.- Un tribunal turco decidió este martes mantener detenidos a seis militantes de derechos humanos, entre ellos la directora de Amnistía Internacional (AI) en el país, por delinquir "en nombre de una organización terrorista", en un caso que la ONG denunció como un "simulacro de justicia".

Ocho militantes de derechos humanos, entre ellos la directora de AI en Turquía, Idil Eser, fueron detenidos a principios de julio, junto a un sueco y un alemán, durante un taller digital organizado en Buyukada, una isla al sur de Estambul.
"Seis de ellos quedarán detenidos y los otros cuatro en libertad condicional", dijo Andrew Gardner, investigador de AI especialista en Turquía.
La fiscalía los acusa de delinquir "en nombre de una organización terrorista sin pertenecer a la misma", agregó.
La detención de los activistas generó alarma internacional ante la política represiva del régimen del presidente, Recep Tayyip Erdogan.
La decisión tiene lugar al día siguiente de que los activistas, que no fueron enjuiciados o acusados formalmente, declararan por primera vez ante los fiscales desde su detención.
Ocho de los detenidos son activistas turcos, incluidos Ilknur Ustun, de la Coalición de Mujeres, y Veli Acu, de la agrupación Agenda de Derechos Humanos. Cuatro de estos activistas fueron liberados, dijo Gardner.
Los dos extranjeros permanecen en detención preventiva.

Berlín tildó de "injustificado" el arresto del ciudadano alemán.
"Apoyamos solidariamente a Peter Steudtner, cuya detención en Turquía está injustificada, y abogaremos por él a todos los niveles", tuiteó Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel.
En un comunicado separado, el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán condenó la detención de los seis activistas, instando a su "rápida liberación".
Gardner afirmó que el veredicto del tribunal era un "simulacro de justicia".
"Está motivado políticamente y apunta no sólo a los seis defensores de los derechos humanos (...) sino también a todo el movimiento turco de derechos humanos", añadió.
"Lo que aprendimos hoy es que defender los derechos humanos se convirtió en un crimen en Turquía", agregó Gardner.
"Después de esta decisión, ninguno de los que defienden los derechos humanos en Turquía, sea Amnistía Internacional u otra organización, está a salvo", sostuvo.
Por su parte, el jefe para Europa de Amnistía Internacional instó a los líderes mundiales a aumentar la presión sobre Turquía y dijo en Londres que las acusaciones eran "visiblemente absurdas", tachando a Turquía de ser un país "cada vez más canalla y poco fiable".
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo este mes que los activistas fueron detenidos según informaciones secretas de que estaban trabajando contra el Gobierno, y los comparó con los que participaron en un fallido golpe de Estado hace un año.
Gardner dijo que la reunión en Buyukada fue un taller "de rutina" y que no había nada sospechoso.
"Lo que queda claro (...) es que esto fue un taller de rutina sobre derechos humanos, el tipo de taller que se organiza en toda Turquía, de hecho en todas partes del mundo", añadió.
Las autoridades turcas iniciaron purgas masivas desde el intento de golpe de Estado de hace un año que generan inquietud entre los aliados occidentales de Ankara y las organizaciones de derechos humanos.
El Gobierno ha acusado al predicador Fethullah Gülen de estar detrás de la intentona -lo que niega el interesado- y por ello persigue y reprime a sus partidarios desde hace un año: unas 50.000 personas han sido detenidas y 100.000 destituidas en oleadas sucesivas.

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