ANKARA/BERLÍN.- Un tribunal turco decidió
este martes mantener detenidos a seis militantes de derechos humanos,
entre ellos la directora de Amnistía Internacional (AI) en el país, por
delinquir "en nombre de una organización terrorista", en un caso que la
ONG denunció como un "simulacro de justicia".
Ocho militantes de
derechos humanos, entre ellos la directora de AI en Turquía, Idil Eser,
fueron detenidos a principios de julio, junto a un sueco y un alemán,
durante un taller digital organizado en Buyukada, una isla al sur de
Estambul.
"Seis de ellos quedarán detenidos y los otros cuatro en
libertad condicional", dijo Andrew Gardner, investigador de AI
especialista en Turquía.
La fiscalía los acusa de delinquir "en nombre de una organización terrorista sin pertenecer a la misma", agregó.
La
detención de los activistas generó alarma internacional ante la
política represiva del régimen del presidente, Recep Tayyip Erdogan.
La
decisión tiene lugar al día siguiente de que los activistas, que no
fueron enjuiciados o acusados formalmente, declararan por primera vez
ante los fiscales desde su detención.
Ocho de los detenidos son
activistas turcos, incluidos Ilknur Ustun, de la Coalición de Mujeres, y
Veli Acu, de la agrupación Agenda de Derechos Humanos. Cuatro de estos
activistas fueron liberados, dijo Gardner.
Los dos extranjeros permanecen en detención preventiva.
Berlín tildó de "injustificado" el arresto del ciudadano alemán.
"Apoyamos
solidariamente a Peter Steudtner, cuya detención en Turquía está
injustificada, y abogaremos por él a todos los niveles", tuiteó Steffen
Seibert, portavoz de la canciller alemana, Angela Merkel.
En un comunicado
separado, el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán condenó la
detención de los seis activistas, instando a su "rápida liberación".
Gardner afirmó que el veredicto del tribunal era un "simulacro de justicia".
"Está
motivado políticamente y apunta no sólo a los seis defensores de los
derechos humanos (...) sino también a todo el movimiento turco de
derechos humanos", añadió.
"Lo que aprendimos hoy es que defender los derechos humanos se convirtió en un crimen en Turquía", agregó Gardner.
"Después
de esta decisión, ninguno de los que defienden los derechos humanos en
Turquía, sea Amnistía Internacional u otra organización, está a salvo",
sostuvo.
Por su parte, el jefe para Europa de Amnistía
Internacional instó a los líderes mundiales a aumentar la presión sobre
Turquía y dijo en Londres que las acusaciones eran
"visiblemente absurdas", tachando a Turquía de ser un país "cada vez más
canalla y poco fiable".
El presidente
turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo este mes que los activistas fueron
detenidos según informaciones secretas de que estaban trabajando contra
el Gobierno, y los comparó con los que participaron en un fallido golpe
de Estado hace un año.
Gardner dijo que la reunión en Buyukada fue un taller "de rutina" y que no había nada sospechoso.
"Lo
que queda claro (...) es que esto fue un taller de rutina sobre
derechos humanos, el tipo de taller que se organiza en toda Turquía, de
hecho en todas partes del mundo", añadió.
Las autoridades turcas
iniciaron purgas masivas desde el intento de golpe de Estado de hace un
año que generan inquietud entre los aliados occidentales de Ankara y las
organizaciones de derechos humanos.
El Gobierno ha acusado al
predicador Fethullah Gülen de estar detrás de la intentona -lo que niega
el interesado- y por ello persigue y reprime a sus partidarios desde
hace un año: unas 50.000 personas han sido detenidas y 100.000
destituidas en oleadas sucesivas.
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