Bruselas llama a las regiones europeas a potenciar sus sectores punteros

BRUSELAS.- La Comisión Europea (CE) puso hoy sobre la mesa una batería de propuestas para que las regiones impulsen los sectores económicos en los que ya tienen una cierta especialización previa, de forma que la inversión europea sea lo más eficaz posible y contribuya a crear valor añadido.

Estas estrategias, bautizadas como "de especialización inteligente", permiten a las regiones "convertir sus necesidades, fuerzas y ventajas competitivas en bienes y servicios en el mercado", explica la Comisión en la comunicación presentada hoy.

"Es importante entender que no todas las regiones tienen que ser Silicon Valley, pero que todas tienen sectores sobre los que seguir construyendo", explicó la comisaria europea de Política Regional, Corina Cretu, en la rueda de prensa de presentación de la propuesta.

Según ejemplifica el documento, Extremadura obtendría un valor añadido a raíz de potenciar sus inversiones en el sector agrícola y participar en una red europea que desarrolla tecnologías avanzadas en cultivos para afrontar la elevada demanda del mercado en temporada alta.

Desde 2014, la especialización regional es uno de los criterios que revisa Bruselas antes de dar luz verde a una inversión a nivel local con Fondos de Cohesión.

En España, un país "moderadamente innovador" según el último indicador europeo publicado, las áreas de prioridad para la especialización inteligente son la manufactura, la industria, la innovación sostenible y sectores de "tecnologías facilitadoras", como la nanotecnología y microelectrónica.

El paquete de propuestas, presentado hoy en Bruselas, contiene dos proyectos piloto basados en este enfoque.

El primero de ellos buscará prestar apoyo específico a las regiones que afrontan la transición industrial a través de una asociación con equipos de la Comisión Europea, con quienes trabajarán para potenciar la capacidad de innovación local y eliminar los obstáculos a la inversión.

El segundo programa piloto se enfoca hacia la creación de asociaciones interregionales para que los territorios participantes creen "cadenas de valor" en sectores como la bioeconomía, movilidad y manufactura avanzada.

Bruselas presentará su convocatoria para el primer programa en otoño de este año, mientras que en los próximos meses se establecerán asociaciones entre regiones que desarrollarán su actividad en 2018.

Según cifras de la Comisión, los Estados miembros y las regiones han desarrollado más de 120 programas de especialización inteligente para el periodo entre 2014 y 2020, que se financiarán a través de más de 40.000 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

"Europa necesita empoderar, defender y proteger a sus ciudadanos, regiones e industria para crear la prosperidad y los empleos que sus ciudadanos esperan. Para ello, es necesario que todas las políticas e instrumentos comunitarios trabajen juntos de forma coordinada", señala el texto.

La experiencia hasta ahora con este tipo de estrategias y los proyectos piloto que la CE ha puesto sobre la mesa pretenden ser una "contribución útil" en la preparación del próximo marco financiero plurianual, que fijará el techo de gasto para el periodo entre 2021 y 2027.

Será la primera vez que el presupuesto europeo no incluya al Reino Unido en sus cuentas tras su divorcio del bloque comunitario, una de las circunstancias que ha motivado este paquete de propuestas.

"La Unión Europea a Veintisiete será diferente que a Veintiocho. Tenemos que estar preparados para cambiar la forma en la que la UE trabaja para reforzar nuestra resiliencia", explicó el vicepresidente de la CE para el Empleo, Jyrki Katainen.

El futuro de las finanzas europeas, "bajo elevada presión" según Katainen, y los retos que supone la globalización para los ciudadanos comunitarios son dos de los motivos por los que la Comisión presenta hoy esta batería de medidas.

"La mejor forma de afrontar estos desafíos es apoyar a los Estados miembros y a las regiones para abordar los impactos de la globalización y también beneficiarse de ellos", señaló.

La comunicación abre la puerta a que esta nueva forma de trabajar, "que asegura una participación reforzada de los poderes locales y regionales en la toma de decisiones", pueda ser repetida a nivel europeo si se constata su éxito.