BRUSELAS.- El
ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, urgió este lunes a
revisar las normas bancarias europeas, en un momento de críticas de
algunos países a los recientes rescates de bancos italianos.
"A
la luz de los últimos casos, debemos examinar concretamente si nuestros
instrumentos son suficientes, si son los buenos y qué más podemos
hacer", dijo el influyente ministro germano a su llegada a una reunión
con sus pares de la zona euro en Bruselas.
A
finales de junio, Bruselas permitió a Roma el rescate de las
actividades sanas de dos pequeños bancos italianos, el Veneto Banca y la
Banca Popolare di Vicenza, por unos 17.000 millones de euros (19.000
millones de dólares).
El
ejecutivo comunitario dio además la semana pasada su visto bueno
definitivo al plan de reestructuración del Gobierno italiano del Banco
Monte dei Paschi di Siena (BMPS), por 5.400 millones de euros.
Schäuble
lamentó las diferencias existentes entre las reglas nacionales sobre
quiebras bancarias y las europeas. "Tenemos que discutir sobre cómo
podemos cambiarlo en el futuro", agregó el ministro de la primera
economía de la zona euro.
Sin
embargo, muchos consideran que estos rescates se adoptaron en contra de
las normas de la UE, destinadas a proteger a los contribuyentes de
acabar pagando el precio de los fracasos bancarios.
"Necesitamos
que finalmente todo el mundo siga las reglas", dijo el ministro
austriaco de Finanzas, Hans Jörg Schelling, quien reclamó una discusión
sobre los casos italianos, donde el derecho nacional prevaleció sobre
las reglas europeas.
A
principios de junio, la UE inauguró con el español Banco Popular el
mecanismo instaurado para rescatar a entidades bancarias sin recurrir a
dinero público, como sí se hizo tras el estallido de la crisis
financiera en 2008.
En
la noche del 6 de junio, el Banco Santander adquirió así por un euro
simbólico al Popular, que en cuestión de una semana había perdido la
mitad de su capitalización en la Bolsa de Madrid por las dudas sobre su
solvencia.
A
su llegada al Eurogrupo, el ministro de Economía español, Luis de
Guindos, subrayó que el caso del Popular es distinto al de los bancos
italianos, ya que en el primero no hubo "ningún tipo de inyección de
dinero público".
El
vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, estimó que
"a la luz de los casos pasados, era necesario ver qué se debe ajustar",
considerando al mismo tiempo que la unión bancaria europea funcionaba.
El
ministro de Finanzas italiano, Pier Carlo Padoan, subrayó por su parte
que la zona euro avanza "para construir una unión bancaria más sólida,
en la que se podría trabajar con más tranquilidad".
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