jueves, 27 de septiembre de 2018

Tensión en el mercado ante una reunión presupuestaria del Gobierno italiano

BRUSELAS.- El nuevo Gobierno italiano trataba el jueves de contener una dura batalla interna sobre política fiscal, a escasas horas de que desvele sus objetivos presupuestarios para 2019. 

Los temores sobre el enfrentamiento en el seno del ejecutivo de coalición formado por dos partidos populistas se reflejaban en las ventas de deuda pública italiana en el mercado y en el temor a que el ministro de Economía acabe dimitiendo.
La reacción en el mercado de renta fija la desencadenó el temor a que la batalla entre los líderes de los partidos gobernantes y el ministro, fiscalmente más conservador, podría llevar a un retraso en la publicación de los objetivos presupuestarios, que en principio el gabinete debería acordar y anunciar en la tarde noche.
Los inversores considerarían el eventual retraso, apuntado por un artículo en el Corriere della Sera donde no se mencionan fuentes de la información, como una señal de que el ministro de Economía Giovanni Tria podría dimitir pese a los constantes desmentidos de su oficina, el último este mismo jueves.
Sin embargo, la oficina del primer ministro confirmó en una nota que la reunión del consejo de ministros tendrá lugar, después de que el vice primer ministro italiano Luigi Di Maio - que como líder del principal partido en el Gobierno ha presionado para lograr unos presupuestos más expansivos pese a la abultada deuda del país- dijera que no tenía constancia de que hubiera un retraso en la reunión.
Los objetivos presupuestarios que en principio se van a presentar el jueves son los primeros del nuevo Gobierno de Italia, y podrían aparcar una prolongada lucha que ha enfrentado a los partidos de la coalición en el Gobierno contra el ministro de Economía, Giovanni Tria.
El antisistema Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga han estado presionando a Tria, un académico no afiliado a ninguno de los partidos, para que aumente el déficit fiscal y financie sus promesas de recortes tributarios y un mayor gasto en cuestiones sociales.
Estaba previsto que en la reunión -programada para las 6 p.m (16.00 GMT)- se rubricasen los nuevos objetivos de crecimiento económico, déficit y deuda pública para 2018-2021, con la atención centrada en el objetivo de déficit de 2019.
Tria ha suavizado una insistencia inicial de que el déficit no exceda el 1,6 por ciento del producto interior bruto (PIB) y ahora está dispuesto a aceptar un porcentaje de alrededor del 1,9 por ciento, según fuentes del Gobierno.
Esta meta contrastaría con un objetivo actual del 1,6 por ciento para este año, y estaría muy por encima del 0,8 por ciento proyectado para 2019, ambos fijados por la administración anterior de centroizquierda.
Sin embargo, la Liga y 5 Estrellas, que formaron un gobierno en junio, han estado presionando para que el objetivo de déficit sea de entre el 2 y el 2,5 por ciento para financiar sus promesas electorales.
A última hora del miércoles, una fuente de la mayoría en el poder dijo que las partes querían que la meta se situara en un 2,4 por ciento, mientras continuaban las negociaciones.
Los objetivos forman parte de los presupuestos de 2019, que debe ser aprobados por el gabinete antes del 20 de octubre.

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