BRUSELAS.- El nuevo Gobierno italiano trataba el jueves de contener una dura
batalla interna sobre política fiscal, a escasas horas de que desvele
sus objetivos presupuestarios para 2019.
Los temores sobre el enfrentamiento en el seno del ejecutivo de
coalición formado por dos partidos populistas se reflejaban en las
ventas de deuda pública italiana en el mercado y en el temor a que el
ministro de Economía acabe dimitiendo.
La reacción en el mercado
de renta fija la desencadenó el temor a que la batalla entre los líderes
de los partidos gobernantes y el ministro, fiscalmente más conservador,
podría llevar a un retraso en la publicación de los objetivos
presupuestarios, que en principio el gabinete debería acordar y anunciar
en la tarde noche.
Los inversores considerarían el eventual
retraso, apuntado por un artículo en el Corriere della Sera donde no se
mencionan fuentes de la información, como una señal de que el ministro
de Economía Giovanni Tria podría dimitir pese a los constantes
desmentidos de su oficina, el último este mismo jueves.
Sin
embargo, la oficina del primer ministro confirmó en una nota que la
reunión del consejo de ministros tendrá lugar, después de que el vice
primer ministro italiano Luigi Di Maio - que como líder del principal
partido en el Gobierno ha presionado para lograr unos presupuestos más
expansivos pese a la abultada deuda del país- dijera que no tenía
constancia de que hubiera un retraso en la reunión.
Los objetivos
presupuestarios que en principio se van a presentar el jueves son los
primeros del nuevo Gobierno de Italia, y podrían aparcar una prolongada
lucha que ha enfrentado a los partidos de la coalición en el Gobierno
contra el ministro de Economía, Giovanni Tria.
El
antisistema Movimiento 5 Estrellas y la ultraderechista Liga han
estado presionando a Tria, un académico no afiliado a ninguno de los
partidos, para que aumente el déficit fiscal y financie sus promesas de
recortes tributarios y un mayor gasto en cuestiones sociales.
Estaba
previsto que en la reunión -programada para las 6 p.m (16.00 GMT)- se
rubricasen los nuevos objetivos de crecimiento económico, déficit y deuda
pública para 2018-2021, con la atención centrada en el objetivo de
déficit de 2019.
Tria ha suavizado una insistencia inicial de que
el déficit no exceda el 1,6 por ciento del producto interior bruto
(PIB) y ahora está dispuesto a aceptar un porcentaje de alrededor del
1,9 por ciento, según fuentes del Gobierno.
Esta meta
contrastaría con un objetivo actual del 1,6 por ciento para este año, y
estaría muy por encima del 0,8 por ciento proyectado para 2019, ambos
fijados por la administración anterior de centroizquierda.
Sin
embargo, la Liga y 5 Estrellas, que formaron un gobierno en junio, han
estado presionando para que el objetivo de déficit sea de entre el 2 y
el 2,5 por ciento para financiar sus promesas electorales.
A
última hora del miércoles, una fuente de la mayoría en el poder dijo que
las partes querían que la meta se situara en un 2,4 por ciento,
mientras continuaban las negociaciones.
Los objetivos forman parte de los presupuestos de 2019, que debe ser aprobados por el gabinete antes del 20 de octubre.
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